Hoy visite el casco antiguo de la ciudad, un lugar lleno de restaurantes y comercios de todo tipo. Siempre frecuentada de turistas. Se les ve por todos lados, y suelen ser con pocas excepciones, americanos jubilados. Aunque hoy eso cambio un poco.
Vi a un grupo de jóvenes, yo creo que comenzando sus veintes. Por la ropa que llevaban, era obvio que venían a recorrer las mismas calles que la difunta reina Isabel recorrió en su juventud; desde luego, antes de embarcarse en alguna lancha del malecón, para hacer una visita a la isla Espíritu Santo.
Pero antes de hacer algo que yo no eh hecho en mis 29 años viviendo en esta ciudad, pasaron a un local de birria para desayunar. Me dio algo de risa porque aparentaban de venir de una clase social bastante privilegiada.
Ya sabemos todos que con una tarjeta de crédito todos podemos usar ropa de marca, para vernos geniales en nuestras fotos de vacaciones y presumir en el Instagram. Incluso puedes comprarte un iPhone pro-Max que una de las muchachas usaba. Ahora la línea de mi tarjeta de crédito me da para comprarme tres de esos equipos que seria genial tener, pero que jamás me vería comprando; porque asi como podemos tener todo lo que queramos, debemos sufrir por ellos.
Algo que me queda claro que esos jóvenes no hacen.
Hoy es un día fuera del periodo vacacional, y de paso entre semana. Asi que lo mas seguro es que se hayan dado una escapada, con altas probabilidades de ser patrocinado por aquellos que les dieron la vida.
Yo se muy bien que los padres alcahuetean a los hijos, y si tu padre tiene dinero, o al menos el suficiente para permitirse consentir a los hijos, lo harían.
Asi que mejor que patrocinarles a los hijos unas vacaciones. A fin de cuentas deben de disfrutar la vida, mientras puedan.
Alguien que ya no puede, fue una mujer que vi en la parada del autobús.
Aquí en México les decimos drogadictos, pero en otros países con en Estados Unidos les dicen sin techo.
Esa mujer era una de esas.
Sucia, con ropa andrajosa, y casi esquelética. Estaba sentada contra la pared de un local, cubierta con las pocas prendas que tenía, viendo a la gente pasar, aunque no las molestaba; hay otros que caminan por la calle, pidiendo dinero y molestando a la gente.
Ella no, solo se quedaba ahí. Tal vez porque en su vida llego a consumir tantas drogas que se le quemo el cerebro, y ya no puede hacer algo mas que quedarse sentada en silencio.
La drogas son un caso serio. Hay personas que las usan moderadamente, mientras sus vidas no las presionan a tener que usarlas ya sin moderación alguna. Y es que asi sucede esto. Uno entra al vicio de las drogas, del alcohol, del cigarro, del celular, porque su vida suele ser tan estresante, tan agobiante, que necesitan escapar.
Las personas asi, se enfrentaron a la verdad del mundo... y perdieron.
Yo creo que por eso los padres le dan todo a sus hijos para que vivan felices, sin pena alguna.
Son tan débiles que terminarían asi.
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Diario de Jacobo
General FictionDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.