15 de agosto de 2023.

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Cuando termino mi contrato en la universidad, compre un boleto de ida a la capital. Quería irme a vivir ahí para conseguir empleo y empezar una vida desde cero, por mis propios méritos. Tenia mucho tiempo viendo un canal de YouTube de una pareja venezolana que se fue a vivir a New York y empezó de cero trabajando como repartidores de comida a domicilio. Asi empezaron pese a que en su país de origen tenían mejores oficios. Aun asi, lo dieron todo, y pese a que su vida no es la que les hubiese gustado tener, le daban ese sentido que todos quisieras tener para la nuestra. Quede cegado con esa idea, y asi empaque mis cosas sin pensar. Además en ese entonces estaba molesto con mi madre y mi hermano, y no verlos a diario era lo mejor.

Todo fue felicidad hasta que llegue a la capital. Me dolía la cabeza y los ojos me molestaba; era la primera vez que estaba en la capital para quedarme más de lo que duraba una escala de avión, y eso me llevo a pensar mi situación. Lo pensé mejor cuando llegué a mi hotel ,que se veía bien en las fotos, pero muy mal en vivo. Llame a una amiga que vivía en la ciudad y ella me dio asilo sin dudar. Recuerdo que es día cuando hablaba con ella y su esposo, casi se me salieron las lágrimas cuando les dije que venia a vivir a esta ciudad; pasaron muchas cosas en esos días; muchas que solo me dan pena, porque prácticamente solo fui a pasearme y a ser un estorbo. Regresé a casa dos semanas después, cuando metí solicitud a una convocatoria del gobierno para trabajar como censor. No obtuve el empleo, pero me permitió volver a casa para ocupar la cama que siempre eh atesorado.

Diario de JacoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora