Soñé con el amor de mi vida.
Ya no suelo pensar en ella últimamente y mucho menos soñarla. Hubo un tiempo en que no pasaba un minuto del día sin sacarla de mis pensamientos. Suele pasar cuando estas enamorado. Y como todo enamorado, solo quieres estar frente a ella, a la misma distancia que necesitas estar para poner tus manos en su cintura mientras la miras a los ojos para darle un beso. Aquí es donde confieso que jamás tuve ese regalo. Pese a estar enamorado nunca tuve el valor para llegar a ese punto.
A veces me duele. Yo en verdad la quería. Se lo demostré muchas veces. Me rechazo. Era natural, fui muy deprisa y la incomodé. Guarde distancia y eso ayudo para que las cosas tomaran su lugar. Ella me tomo cierto cariño, y las cosas iban por buen camino. Asi se veía.
La conocí en la universidad. Aunque sabia de su existencia antes de eso. Fue en el transporte publico cuando la vi por primera vez. Usaba el uniforme de preparatoria. Una chava de pelo corto, bajita y bien morena. Solo eso basto para que no le quitara los ojos de encima. La cosa fue literal cuando la vi en la universidad estudiando en el mismo edifico que yo.
Estudiaba veterinaria, y verla con esos lentes negros como de chica intelectual tenía lo suyo. Sin duda se quedó con algo más que mis ojos. Quería algo con ella.
Le pedí a un amigo que me buscara su perfil de Facebook, porque asi de cobarde era. No tenia el valor de acercarme, intercambiar palabras aunque sea con sentido cortes más que de ligar.
Al siguiente día supe cual era su perfil, asi como su nombre. Alondra. Sonreí mucho. Una sonrisa efímera porque mi amigo me confeso que se enteró de que ella estaba interesada en él. ¿Cómo me tome eso? No abre comentado mucho pero algo quedo ahí, bien guardado y que dejé ir sin saberlo.
Mi amigo le corto el avión. No estaba interesado pese a lo mujeriego que era. Incluso le confeso mi interés por ella, y asi comenzó todo. Alondra no me abrió la puerta desde luego, pero me dio la cuerda para empezar algo.
Fueron muchos años en los que tuve la oportunidad, y fueron muchas veces en que todo se perdió por... mi incapacidad para ser más serio, para no tomarme las cosas como un juego, para dominar el ser que habitaba mi cuerpo, para decir las cosas de frente y no a través de mensajes de WhatsApp.
Atesoro cada momento que ella me regalo sin merecerlo, agradezco que ella me tuviese la estima para verme a su lado, y... le pido disculpas por no ser el hombre que ella quería que fuese.
Es una mujer genial.
Es de las que paga su parte en una cita. Independiente en todo sentido. Tuve muchos disgustos con ella. La invitaba a salir y ella se negaba porque no quería que pagara por ella. Me confundió. Pensé que no quería nada conmigo y no me daría la oportunidad, pero la verdad es que quería que me la ganara no sacando la cartera, sino cambiando mi forma de ser.
Conocer la verdad del mundo implica conocer la verdad de uno mismo. Entiendo que persona soy, y entiendo que persona es ella. Hubiese sufrido mucho conmigo,
Y vieran que intenten cambiar. Por ella hice cosas que jamás me vi haciendo por otra mujer en mi vida. Pero al final era más la amargura en mi corazón, que el amor que sentía por ella.
Asi eran las cosas, asi veía las cosas, pero este sueño me dejo una sensación mucho muy amarga.
No quiero contarlo, asi que lo dejare para mañana. Ahora me duele.
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Diario de Jacobo
Fiction généraleDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.