Tuve dos sueños raros.
En uno, me veía en una escuela con la de Harry Potter, pero no para estudiar. Solo estaba ahí para escapar. Se estaba quemando y todos debíamos irnos. Algunos intentaron escapar por el sótano que daba a una caverna y la salida estaba cruzando un rio de aguas grises. Un amigo intento cruzarlo pero era tan profundo que los demás solo se quedaron en la orilla para ver si lo lograba. Yo no lo intente. Del otro lado del rio, habia un portal gigante que llegaba hasta el techo de la caverna, y se alcanzaba a ver que el suelo emanaba cada vez mas humo, hasta que las llamas empezaron a brotar. Regrese arriba, solo para darme cuenta de que el fuego ya se habia extinguido y el suelo de madera estaba casi calcinado. Tuve que caminar con mucho cuidado porque se miraba tan frágil que caería en un hueco a quien sabe dónde. Por suerte, la salida estaba a mi derecha y sali al exterior. Ahí me di cuenta de que solo estaba a las afueras de mi ciudad y la escuela de fantasía donde estaba solo era un edificio muy pequeño. No le preste atención a ese detalle. Quería volver a casa, y me tope con algunas personas que esperaban el medio de transporte para regresar a sus hogares. Mire una taquilla y me pareció que ahí se podia comprar boletos de autobús para volver a la ciudad.
Una persona me dijo que ahí no vendían los boletos, sino en otro lugar. En eso, llego un compañero de mi clase, y dijo que habia comprado los boletos en un lugar muy cerca que se llamaba Panal. Me dijeron que comprara los boletos rápido porque el autobús no tardaba en llegar, asi que le pregunte cuando tiempo faltaba para que llegara, pero nadie de los presentes me quería responder mi pregunta. Les dije que iría a comprar los boletos, pero seguían diciéndome que no lo hiciera porque ya venía el autobús y mejor esperara al siguiente. Les volvió a preguntar cuando venía el siguiente pero todos se reusaban a contestar. Me desperté del sueño tan enfadado que busqué en mi celular ese lugar llamado Panal para ver donde estaba eh ir a comprarlos boletos del autobús. Obvio, era un sueño, asi que volví a dormir.
Lo malo es que aun era muy temprano y aun tuve chance de volver a otro sueño sin sentido. No se que pasaba pero me veía en otro lugar, a las afueras de la ciudad, de camino al pueblo de mis abuelos, donde muy cercas del psiquiátrico, estaba hecho prisionero. No estaba en una celda, solo afuera, en el exterior. Las esposas no se vieron en mis manos, pero no aproveche para escapar. Solo sé que tenía un galón de agua en una mano, y en la otra una sandia que usaba como pesas porque de la nada todos los prisioneros que resultaron ser compañeros de aula corrían por los predios circundante como si estuviéramos en una clase de educación física.
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Diario de Jacobo
Ficción GeneralDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.