Aquella criatura descansaba en un rincón de mi habitación, como si fuese una espantosa escultura de porcelana de color obsidiana. Era tal vez un híbrido entre cangrejo y escorpión. Tenía una protuberancia que le daba una forma piramidal que inquietaba la vista. No se parecia a nada de lo que haya visto o imaginado antes y con solo pensar en esa cosa otra vez, siento como una sensación de comenzon recorre todo mi cuerpo.
Darle un nombre no es facil. No puse atencion a la hora de su mencion, pero si lo que esté significaba: "El que confia en ti".
No se el porque de ese nombre, yo era el que no confiaba tenerlo en mi habitacion. Queria que se fuera, pero era un animal muy silencioso y le gustaba quedarse en su rincón sin hacer el menor movimiento. No sabría decir si me observaba, porque ver sus ojos era lo ultimo que queria hacer, de hecho, contemplar su aspecto era lo mas desagrable que podías hacer.
La idea de tomar una pala y golpearlo hasta que se muriera, era mas que necesaria, pero era una animal muy grande, del tamaño de un gato y atacarlo podia causar que hiciera lo mismo conmigo y si tiene rasgos de escorpion, significa que puede ser venenoso y el muerto podria ser yo.
La solución fue facil. Puse una trampa al otro lado del cuarto, que consistia en un hacha sujeta a un brazo mecanico que caeria con la fuerza de varios hombres, al momento de ser accionada. Cuando quedo lista, deje algo de comida, y la criatura comenzo a moverse nada mas percibir el olor de la cena. Lo hizo lentamente con el sin fin de patas que tenía para desplazarse. No me quede para ver, me daba la impresión de que la trampa lo partiría a la mitad y no quería llenarme de sus tripas. Todo marchaba bien, la criatura iba hacia su final, y pronto estaría libre de él. Jamas paso por mi cabeza, que esa criatura que tanto incomodaba la vista y me daba miedo de que me fuera atacar, era completamente inofensiva
Venia de un pais lejano, donde se le adoraba tanto como los egipcios a los gatos. El nombre que llevaba, venia de que era una criatura que dependía completamente de la ayuda humana, y sobrevivír en la naturaleza era algo que ya no podía hacer. De ahi el porque de su nombre. Confiaba en nosotros para su supervivencia, y lo unico que hice fue ponerle una trampa.
Una que cumplió su cometido. La trampa se acciono y el hacha cayo sobre el, asiendo que lanzara un chilido desgarrador que me saco del sueño donde estaba.
Me sente en la cama y mire al rincon donde vi a esa criatura. Solo estaba mi ventilador de piso. Desvie la mirada hacia donde puse la trampa y solo vi culpa.
Lo único qué me había dado, fue su confianza y yo... lo mate.
¿Cuando dejare de ser una decepción para los que confían en mi?
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Diario de Jacobo
Ficción GeneralDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.