Ya es bastante cliché en la ficción, salir con la hija de tu jefe. Yo caí en esa suerte, pero fue algo curioso. Cuando aun era estudiante, mi futuro jefe nos llevó de excursión a La Sierra la Laguna. Fue un viaje de tres días, donde su hija sin ser su estudiante se invitó a sí misma solo para disfrutar de este viaje. Aquí donde vivo no hay mejor lugar que la sierra la laguna, una zona de bosque de coníferas en una península desértica donde reinan los cactus. Se nos unió, y a mí, no sé porque, fantasee con ligar con ella. Era bonita, lo sigue siendo. Es chaparrita, morena y de cabello oscuro. Pocos se awuitarian con tenerla de novia, pero no hice mucho intento con ella. Era la hija de un maestro, que algunos años después, se volvió mi jefe. Ahí la relacion de maestro-alumno se volvió mas cercana, y supe muchas cosas de su hija. Bueno, el me las presumió. Gasto mucho dinero para enviarla a estudiar inglés a Canadá, y mucho más para enviarla a estudiar a Guadalajara, donde tuvo que comprarle casa porque la renta solía en ocho mil pesos mensuales, muy caro entonces, demasiado barato hoy.
Incluso me contaba sus desperfectos, como que solía darle una tarjeta de crédito adicional de la suya, y esta no duraba mucho sin acabar con la línea de crédito que tenía. Según me conto, tenia un juego de zapatos para cada día del año. No tan asi, pero demasiado cerca para su deseo. Pero la cosa no acaba ahí. En ese tiempo en la universidad se hizo de un novio al que le cedía su tarjeta de crédito y... bueno, se la quito después de pagar las fortunas que dejo ir de sus cuenta bancaria.
Hablo de ella, porque en un sueño, me vi entablando palabras con Mariana que es el nombre de...
Tengo que acabar esta anécdota aquí. Una porque no viene al caso. No habia una moraleja que contar, solo la escribía con tal de escribir algo este día, pero mientras lo hacía, tuve un destello de lucidez. Un destello del futuro que veo venir y del que no puedo escapar. No puedo porque hasta ahora solo estoy jugando. Antes eh dicho que quiero ser un asceta, asceta de todo deseo, en especial de los que me harían hacer cosas despreciables que una madre no debería ver de un hijo, pero es que.. no puedo. Pongo escusas tras escusas para no hacerlo, para no entrenar mi cuerpo y mente para dejar ir ese rencor sin causar daño. Solo juego... y por eso no cambiare.
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Diario de Jacobo
Ficção GeralDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.