7 de junio de 2023.

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"Le crees al que te miente, pero no al que te dice la verdad. Pero qué mundo más lamentable"

Llegue a esa conclusión el día de hoy. Por excederme en el ayuno no pude donar sangre el otro día, pero ahora todo iba bien. ¿Mi error? Describir mi cena empezando por el postre. La doctora que hacia la evaluación de los donantes me pregunto qué habia cenado; le contesté por lo más ligero que fue un vaso de leche con galletas, como dije antes, ese fue el postre, y pagué muy caro ese postre.

De inmediato, nada más escuchar esas palabras, y sobre todo antes de permitir que terminara, ella me dijo que esa comida se digería muy rápido y no contaba como cena. Asi que no podia continuar con el proceso de donar sangre y me rechazo. Le expliqué que también habia cenado algo de pollo y ya no la hice entrar en razón. Todo lo que dije lo tomo como mentira y pues aquí ando en casa esperando a que sea mañana para ir a donar otra vez.

Me hirvió la sangre.

Le dije la verdad y no me creyó, pero paso lo contrario con el otro donador que se presentó el primer día.

Como el hospital pedía dos donadores, otra persona asistió a donar, y según nos comentó, se acababa de tatuar. Según los requisitos, no se permitía personas tatuadas al menos recientemente, pero esta persona aun asi asistió, y paso todos los filtros del proceso, hasta donar la sangre requerida.

Obviamente no dijo que se acabó de tatuar y mintió en el tiempo que paso desde que lo hizo. Si es que dijo que se tatuó en primer lugar.

Y eso es lo que me enfado.

Al que dice la verdad no se le cree, y pero al que miente se le da toda la credibilidad.

Pero claro, ¿Cómo lo sabría ella? No tenia que saberlo. Lo ultimo que deseaba era que un donante se desmallara a mitad del proceso. Estaría desempleada al siguiente día. Como siempre, el miedo habla por ellos. Pero bueno, solo me pregunto, ¿cuándo vendrán los extraterrestres a liberarnos de nuestra miseria?

Diario de JacoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora