Empezó otra vez.
Tengo dolores de cabeza. Empiezan a medio día y se calman cuando cae el sol. A veces quiero tomarme una aspirina, pero algo me dice que no lo haga. Siento la muerte nada más ver una pastilla.
Recuerdo que viví lo mismo el año pasado. Costaba pegar los ojos. Y costaba más pasar el día con eso. Según mi madre se debía a que me hacia daño estar encerrado, pero lo atribuí al calor que hacía.
Hoy esa teoría me queda como la más acertada.
El calor aquí es insoportable.
No puedo vivir con este calor.
Y eso... era justo lo que pedía.
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Diario de Jacobo
Ficción GeneralDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.