Y eso es lo triste. Para que nuestra vida tenga sentido, necesitamos de una meta. Kant, y Schopenhauer, dos ejemplos que tengo a la vista. No se casaron o tuvieron una vida como los demás, porque para ellos, su meta era la búsqueda de la verdad. Se reusaron a una vida ordinaria por esa meta, y solo por esa meta hoy se les recuerda. No digo, que yo quiera ser de los pocos que serán recordados aun siglos de mi muerte, pero...creo que valdría la pena hacer lo mismo.
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Diario de Jacobo
Fiction généraleDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.