No solo soy lamentable, sino también miserable. Ella está avanzando. Subió una foto donde usaba el uniforme de una dependencia del gobierno. Alivie mi paz diciendo que solo tiene un empleo temporal como los que suele dar el gobierno a cada rato o que tuvo que someterse a humillaciones para conseguirlo. Poco hay en mi para decir que la amo. En el fondo deseo que le vaya mal. Que termine su contrato y no se lo renueven, o que pase de oficinista toda su vida con el sueldo más miserable.
No quiero que sea feliz, quiero que sufra para que venga a mí, y solo a mi lado se pueda dar la dicha de serlo.
En verdad ni siquiera la merezco.
ESTÁS LEYENDO
Diario de Jacobo
Ficción GeneralDiario personal de alguien que bien podría ser yo... aunque también tu, si es que eres tan sincero para escribir la verdad de tu vida.