One-shots (sonaze)

𝓔𝓵 𝓬𝓪𝓼𝓲𝓷𝓸

Un grupo de jovenes conformado por Un erizo azul, un equidna rojo, otro erizo negro con lineas rojas y otro de color plata, caminaban ilusionados por las iluminadas y ruidosas calles de Casino Night, un lugar catalogado como "la ciudad del pecado" ¿el por que?, sencillo, dicha ciudad destacaba por sus obscenidades, tales como el alcohol, apuestas, adicciones, porstitución y todo lo relacionado a destruir una vida.

Hasta el alma más inocente cedería ante esas tentaciones.

El grupo estaba ahí por una simple y sencilla razón... la boda del erizo azabache.

O bueno, la despedida de soltero para ser más exactos.

El grupo se movilizaba hacia el casino más famoso de la ciudad entera, la famosa Lucky Kitty House.

Un lugar que destaca por dejar con deudas o los bolsillos vacíos de cualquiera que se adentre al lugar. Y más con esa representante...

-Bien chicos... ¿preparados para la noche más loca de toda su vida?- pregunto entusiasmado el erizo azul.

-¡Si!- gritaron con el mismo tono eufórico que el cobalto.

-Esto es una terrible idea...- dijo escondiendo su nerviosismo el erizo negro, no le daba buena espina todos los sobrenombres y rumores que habían alrededor de ese lugar.

-oh vamos Shadow, lo que pase en Casino Night, se queda en Casino Night- dijo despreocupado.

-pues que les pase a ustedes, no pienso meter la pata en mi relación con Amy... están solos.

-Oh bueno- este tomó los hombros de sus dos cómplices y los acercó para concretar su plan- ¿listos para conquistar Lucky Kitty House?

-je, por supuesto Sonic, llevo practicando mi suerte y habilidades en el poker durante meses...- dijo con un tono egocéntrico el rojizo.

-y puedo calcular los posibles resultados basándose en las estadísticas y probabilidades- dijo con confianza el plateado.

-perfecto... ¡Let's go!- este aceleró el auto y fue directo al re conocido edificio.

Al llegar, el azabache se bajó y fue directo a un hotel, mientras que sus amigos entraron sin titubear al lujoso casino.

Era el sueño de todo ludópata, el sonido de las monedas cayendo en las máquinas tragamonedas, las fichas de casino siendo movidas de un lugar a otro, el sofocante olor del tabaco, el caminado sensual de las meseras con trajes ajustados junto a sus bandejas con bebidas.

-Bien caballeros... recuerden, no hay apuestas altas, si ven que un jugador es muy confiado retirense a no ser que tengan una baraja definitiva y........... ganen- sin más, el grupo se dividió alrededor de sitio

El cobalto fue directo a una mesa donde varias personas estaban reunidas, las mejores apuestas y juegos de poker se daban allí.

Tras abrirse paso entre la multitud, este vio la gran montaña de fichas que estaban amontonadas, detrás de la montaña, se encontraba una felina con una ajustada camisa con un moño, está miraba satisfecha su gran pila de fichas.

-¿Quieres jugar?- pregunto la gata al notar la atenta mirada del erizo.

-eh, claro- este se sentó al frente de la gata, sorprendiendo a todos los presentes.

Pasó una hora en donde el erizo jugó con tenacidad contra la gata, barajas de tres sietes, escaleras de colores o simples escaleras tipo solitario, no pudieron darle tan solo una victoria al cobalto.

Tras haber perdido todas sus fichas y quedar sin chances, el erizo se iba a retirar, pero la gata lo retuvo.

-¿que? ya perdí, me retiro definitivamente- este fue detenido por dos guardaespaldas- ¡¿y ahora que hice?!