One-shots (sonaze)

𝓬𝓪𝓶𝓫𝓲𝓸 𝓲𝓷𝓿𝓸𝓵𝓾𝓷𝓽𝓪𝓻𝓲𝓸 🔞

Narra Sonic

Es nuestro quinto aniversario de noviazgo, cualquiera diría que es normal celebrarlo en casa o...

En un motel.

Pero nosotros no vamos con ese fin... La primera vez que fuimos si era para hacerlo, pero ninguno de los dos nos animamos, la presión de ser la primera vez del otro pudo con nosotros y bueno...., pero decidimos seguir yendo, las camas son cómodas, hay jacuzzi, hay buen servicio a la habitación y el aire acondicionado es el mejor..... claro, es caro, por eso ahorramos todo un año cada uno la mitad.

Ya estamos en la recepción, varios dirían que si no nos incomoda el ruido de las otras parejas, pero por mucho se escucha el chocar de la cabecera de la cama.

-Buena tarde joven- saludó la recepcionista.

-Buena tarde, para una reserva de una noche por favor.

-bien- la recepcionista nos entregó un papel junto a la llaves- recuerde contar con nuestro servicio al cuarto veinticuatro horas

-gracias- me retiré y entré junto a Blaze a nuestro cuarto.

-¿Qué planeas para esta noche, Sonic?- ella se sentó en la cama.

-pues ya tengo las botanas, las películas...- recordé que había olvidado el vino- ¡ah, cierto!, el vino.

-¿vino? ¿no estarás...?- se notaba nerviosa, creo que pensó que usaría el vino para tener una noche alocada, cosa que no planeaba.

-tranquila... buscaré el más suave de la tienda- me despedí con un beso y salí.

Narración.

El erizo salió, mientras eso, un erizo verde hablaba con su pareja al lado de la habitación de la felina.

-¿si la trajiste?~- pregunto una zorro roja, su pose en la cama tenía cierto fin con el erizo verde.

-claro que si~- el erizo iba a abrir una botella, hasta que recordó algo- demonios los condones... deja voy por ellos.

El erizo verde salió, para evitar que su pareja empezara a tomar del misterioso vino, este lo dejó afuera de la habitación en una mesa entre ambas habitaciones.

El erizo azul compró una botella de vino y el verde compró los preservativos, ambos caminaron hacia sus habitaciones. El azul dejó un momento su botella en la mesa para abrir el cuarto, los mismo hizo el verdoso, El erizo azul abrió la puerta y tomó una botella, este entró al cuarto.

-listo, ya la traje... ¿quieres ver algo en lo que es de noche?- el azul guardó la botella en un mini-refrigerador.

-claro... ¿una de comedia o terror?- saco varios discos de películas.

Mientras tanto en el otro cuarto

-aquí están- el verdoso dejo los preservativos en la mesa de noche- prepárate~

-claro~- la rojiza entró al baño.

Cada pareja pasó el rato a su forma, el erizo y la gata vieron películas , mientras que la otra se preparaban para su noche de placer.

Ya cerca de las ocho, cada pareja abrió su botella.

-bueno, aquí vamos- el cobalto sirvió el vino en las copas, le sorprendió que el color del líquido era rosado, la última vez que tomo era morado.

...

-vamos a pasarla bomba~- dijo el verdoso mientras servía el vino en las copas.

La pareja conformada por el erizo y la zorro roja bebieron sus copas, cada uno dándole de beber el uno al otro.

-...- el erizo esperaba un efecto instantáneo, sea lo que sea el extraño vino.

-¿Debe tardar tanto en dar efecto?- se notaba un poco impaciente.

-¿creo...?

Mientras en el otro cuarto

Cada uno tomó, la gata miro extrañada la copa.

-¿desde cuándo un vino es tan dulce... y cálido?- pensaba que un vino era amargo y frío, la rara sensación que había quedado en su garganta no la dejaba tranquila.

-si, es un poco raro... voy por las botanas- este se levantó y fue hacia su maleta.

Un extraño calor apareció en el cuerpo del erizo, tan alto era que lo hacía tambalearse. El erizo se volteo para ver a su pareja

Este se percató de que la gata estaba en un estado similar, solo que esta mostraba cierta incomodidad al sujetar y apretar su pecho e intimidad.

-¿B-Blaze...? ¿e-estas bien...?- el erizo tocó el hombro de la gata.

En un movimiento rápido la gata beso al erizo, a pesar de que le sorprendió, este correspondió, se notaba cierta desesperación y lujuria en ese beso, largo y apasionado.

La gata empezó a retirar su ropa con cierta impaciencia, el erizo acostó a la gata y empezó a besar su cuello, el calor de ambos cuerpos era tal que en menos de un parpadeo la gata quedó en paños menores. El cobalto bajo sus besos a los pechos de la gata, leves lamidas, después eran más fuertes al punto de chupar y finalmente este daba leves mordidas en los pechos de la gata.

-Ah~...- no había palabras, solo suspiros y gemidos. La gata acercó más al erizo, sus cuerpos actuaban por mero instinto.

El erizo movía su pelvis provocando que la gata se excitara mas y mas, el erizo empezó a retirar la ropa interior de la gata, esté entro de una embestida.

Normalmente la felina sentiría dolor, al ser su primera vez, pero el efecto del extraño líquido era tal que la gata solo sentía placer, no importa que pasara, cualquier caricia o toque fuerte en su cuerpo le causaría una corriente de placer.

Los gemidos de la pareja no se hicieron esperar, las embestidas fuertes, el agarre tan fuerte de la felina a la espalda del erizo que llegaba a rasguñar, el chocar de la cabecera de la cama. Todo eso inundaba la habitación.

Mientras que en la otra...

-parece que alguien si la pasa bien...- dijo molesta la rojiza.

-¡oh vamos! ¡El tipo de la tienda dijo que era de sus mejores afrodisíacos!- argumento el verdoso, no noto el inesperado intercambio con el azul.

La pareja principal siguió varias horas más, el extraño fluido no solo despertó esa sed de placer, también activo la adrenalina de ambos cuerpos, provocando una energía prolongada.

...

Ya a la mañana siguiente.

El erizo dormía en el pecho de la gata, esté poco a poco despertó.

-hmmm... ¿Blaze?- el erizo vio a la gata, al levantarse notó que ambos estaban desnudos.

-¿S-Sonic...?- la gata despertó, esta se intentó levantar, pero sintió una leve molestía en su cadera- auch...

-¿Necesitas ir al baño?- el erizo se cubrió con una de las cobijas.

-si...- la felina con dificultad se levantó del todo, pero al poner un pie en el suelo, éste cedió y perdió el equilibrio.

-¿e-estas bien?- preocupado, el erizo ayudó a levantar a la gata.

-con qué suave ¿eh?- dijo molesta, recordó la afirmación de su amado.