CAPÍTULO 8

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Lunes 9 de septiembre

Dejé Londres hoy y me encontré con Bingley en Netherfield Park. Había olvidado cuán buena compañía es; siempre dispuesto a estar complacido y siempre animado. Después de mi verano dificil, es bueno estar con él de nuevo. "¡Darcy! Sabía que podía contar contigo. ¿Cómo estuvo tu verano? No tan difícil como el mío, lo apuesto".

No dije nada, lo que él tomó como un asentimiento.

"Caroline ha estado atormentándome estos tres últimos meses, pero ahora que encontré una propiedad espero que esté satisfecha".

Bingley estaba, por supuesto, encantado con todo lo que veia. Comentó lo espléndido que era y no hizo ninguna pregunta sensata, si no que caminaba por los alrededores con sus manos detrás como si hubiera vivido allí por los últimos veinte años. Estaba contento con la ubicación y con las habitaciones principales, y satisfecho con lo que el agente, Mr Morris, dijo sobre su precio. No preguntó nada sobre la chimenea, o la caza, o el lago, en verdad sobre nada.

"¿Está en buenas condiciones?" pregunté a Mr Morris. Él me aseguró que sí, pero igualmente lo inspeccioné yo mismo.

"¿Será fácil encontrar sirvientes en el vecindario? Mi amigo traerá algunos propios, pero vamos a necesitar criadas, jardineros y hombres para el establo del área local".

"No encontrará ninguna dificultad en conseguirlos en Meryton".

"¿Qué piensas, Darcy?" preguntó Bingley, cuando completamos el recorrido.

"El precio es demasiado alto".

Mr Morris insistió en que era razonable, pero pronto le convencí de que era excesivo, y propuso una suma mucho menor. "Por mi honor, Darcy, no me gustaría oponerme a tí cuando te has hecho una idea. ¡Pobre Mr Morris, podría haber estado de acuerdo inmediatamente, y salvarse del esfuerzo de tener que discutir contigo!" dijo Bingley, cuando hubo cerrado el trato con el agente.

Puede reírse, pero me agradecerá por mi cuidado cuando esté bien establecido.

"¿Cuándo piensas tomar posesión?" le pregunté.

"Lo más pronto posible. Antes de San Miguel, con certeza".

"Deberías enviar a algunos de tus sirvientes antes de venir, para que puedan tener la casa lista para cuando llegues".

"Piensas en todo! Los tendré aquí para el próximo fin de semana". Estoy contento de que haya seguido mi consejo. Si no, habría llegado al mismo tiempo que sus sirvientes, y entonces se preguntaría por qué no está la cena esperándolo.

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