CAPÍTULO 10

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Jueves 26 de septiembre

Las visitas del vecindario han comenzado. Es aburrido, pero es lo que se esperaba. Sir William Lucas y Lady Lucas vinieron esta mañana. Bingley los trató con mucha cortesía, teniendo en cuenta que Sir William se inclinaba cada dos minutos y mencionaba que había sido presentado en St James. Caroline sospechó que su prisa en visitarnos significaba que son los padres de una muchacha mayor, soltera y sin atractivos, a quien quería ver casada, y se lo dijo a Bingley tan pronto como se fueron, "¡Dependen de eso, ellos tienen una hija de casi treinta años e intentan hacerla pasar por una de veintiuno!" le advirtió.

Bingley se rió.

"¡Estoy seguro que ellos no tienen una hija así, y si la tienen, estoy seguro que ella es muy encantadora!"

"Caroline tiene razón", dijo Louisa. "una de las criadas me dijo que los Lucas tienen una hija llamada Charlotte. Charlotte no está casada, y tiene veintisiete años".
"Eso no impide que sea encantadora. Estoy seguro que es una delicia de muchacha", protestó Bingley.

"Y yo estoy segura que se queda siempre en casa para ayudar a su madre a hacer pasteles", dijo Caroline en tono gracioso.

"Bueno, yo pienso que fue muy bueno que los Lucas vinieran, y mejor aún que nos invitaran a la fiesta en Meryton", dijo Bingley con firmeza.
"¡La fiesta en Meryton! ¡Dios me ampare de las fiestas del campo!", remarqué.

"Usted está acostumbrado a estar en compañías superiores", dijo Caroline.
"En verdad. Las fiestas en Londres están llenas de la gente más elegante de la ciudad".

Ante mi comentario ella no sonrió no se por que. Ella sonrie ante todo lo que digo, y seguramente debía estar pensando en mis conocidos de Londres, pues ¿en quién más podría suponer?

Sir William Lucas y Lady Lucas no fueron los únicos visitantes de hoy. Fueron seguidos por Mr Bennet. Parece ser un caballero.

"Tiene cinco hijas", dijo Caroline, cuando él se retiró.
"Lindas muchachas", dijo Mr Hurst, saliendo de su estupor. "Las vi en Meryton. Guapas todas ellas".

"¡Ahi tienes!" dijo Bingley. "Sabía que había elegido bien en situarme en Netherfield. Estará lleno de bonitas muchachas con quienes bailar".

"Sé lo que está pensando", remarcó Caroline, al ver mi expresión. "Está pensando en que sería un disgusto estar obligado a quedarse junto a una campesina. Pero no necesita hacerlo. Charles dará un espectáculo, no hay duda, pero usted no necesita hacerlo. Nadie esperará que usted baile".
"Espero que no", dije.
"La idea de quedarme con gente que no conozco es insoportable para mi"

Bingley se echó a reír.

"Vamos, Darcy, ése no eres tú. Generalmente no eres tan terco. Es el tiempo. Sólo deja que pare la lluvia y estarás tan ansioso por bailar como yo". Bingley es optimista.

El diario de Mr. Darcy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora