CAPÍTULO 14

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Martes 15 de octubre

Bingley y yo examinamos los bosques hoy. Mientras estábamos afuera, las señoritas Bennet se quedaron con Caroline y Louisa.

 Mientras estábamos afuera, las señoritas Bennet se quedaron con Caroline y Louisa

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Viernes 18 de octubre

Mientras Bingley y yo estuvimos afuera cabalgando, Caroline y Louisa fueron en el carruaje a Longbourn y visitaron a los Bennet. Creo que piensan hacerse amigas de las dos muchachas mayores. Dios sabe, hay poca compañía para ellas aquí.

 Dios sabe, hay poca compañía para ellas aquí

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Sábado 19 de octubre

Un día lluvioso. Después de vernos obligados a quedarnos dentro de la casa fue casi un alivio salir a una reunión para cenar esta tarde. No fue mejor que la fiesta, la gente no fue más elegante ni la conversación más estimulante, pero tuvo la ventaja de darnos cierta novedad.

Bingley se sentó de nuevo con la señorita Jane Bennet. La ha cortejado, y sus modales son tan sencillos como los de él, hacen una buena pareja. A ella no parece molestarle su atención, lo toma de buena manera y lo ve como la agradable diversión que es.

"Es una pena que las otras muchachas Bennet no tengan los modales ni la cara de su hermana mayor", comentó Caroline después de la cena.
"Lo es", concordé.
"No me sorprende que Usted no pueda soportar la idea de estar junto a Miss Elizabeth Bennet. No tiene nada de la belleza de su hermana".

"No tiene ningún rasgo sobresaliente en su cara", repliqué, volviendo mis ojos para estudiarla más de cerca.

"No, de hecho", dijo Caroline.

"Oh, vamos, Darcy", dijo Bingley, quien se nos había unido cuando hubo dejado a Miss Bennet con una de sus hermanas. "És una muchacha muy linda".

"No es remarcable en ningún aspecto", contesté.
"Muy bien, piensa lo que quieras. No hay nada tolerable en ella". Se echó a reír, y regresó junto a Jane Bennet.

Caroline continuó criticando al vecindario. Mientras lo hacía, mis ojos se volvieron de nuevo hacia  Elizabeth Bennet, y comencé a sentir que no le había hecho justicia. Aunque no tiene rasgos sobresalientes en su cara, se puede apreciar una inteligencia poco común por la hermosa expresión de sus ojos negros. Me encontré a mí mismo mirándola, y cuando se levantó para dejar la mesa descubrí además que su figura es ligera y placentera.

Aunque no es lo suficientemente atractiva para tentar a un hombre de mi estilo, pero tiene más belleza de lo que pensé al principio.

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