CAPÍTULO 26

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Martes 26 de noviembre

La mañana fue lluviosa, y la pasé escribiendo cartas. Al mediodía, Bingley y sus hermanas se ocuparon de las preparaciones finales para el baile. Yo tenía poco para hacer, y finalmente me encontré pensando en Miss Elizabeth Bennet, tanto que cuando el grupo de Longbourn llegó esta tarde la estuve buscando con la mirada. Creía que la había sacado de mi mente, pero no soy tan insensible a ella como suponía.

"Jane se ve encantadora", dijo Caroline, cuando su hermano se fue para recibir a Miss Bennet

"Es una pena que no pueda decir lo mismo de su hermana", dijo Louisa. "¿Qué es lo que está vistiendo Miss Elizabeth Bennet?" Caroline la recompensó con una mirada divertida.

"Miss Eliza Bennet desprecia la moda, y está vistiendo un vestido que es tres pulgadas más largo de lo que debería y usa un gran exceso de encaje. ¿No lo cree Usted, Mr Darcy?"

"No sé nada sobre la moda de las damas", dije, "pero para mí se ve muy bien".
Caroline mantuvo silencio, pero sólo por un momento.

"Me pregunto a quién está esperando. Ciertamente está buscando a alguien".
"Probablemente está buscando a los oficiales", dijo Louisa.

"Entonces no es tan rápida como sus hermanas, porque ellas ya los han encontrado", dijoCaroline. Las muchachas más jóvenes habían corrido ruidosamente por el salón, y saludaban a los oficiales con risas y chillidos.

"¡Si se acercan más a Mr Denny, lo sofocarán!" remarcó Louisa.
"A Usted no le gustaría ver a su hermana comportándose de esa manera con los oficiales, estoy segura", dijo Caroline, volviéndose a mí.
No lo dijo para herirme, pero no podría haber escogido peor su comentario.

Mis pensamientos fueron a Georgiana, y de ella a Wickham, quien iba a obtener una casaca roja. No, no me gustaría verla así, pero estaba desagradablemente consciente de que si no hubiera llegado a Ramsgate sin avisar, podría haber sucedido. Caroline miró alarmada mientras yo palidecía, pero me sobrepuse lo suficiente para responder fríamente: "¿Está Usted comparando a mi hermana con Lydia Bennet?"

"¡Ellas tienen la misma edad!" dijo Louisa, a punto de reír.
"No, por supuesto", dijo Caroline rápidamente, dándose cuenta de su error. "No es posible compararlas. Sólo decía que a las muchachas Bennet se les permite correr salvajemente"."

Asenti fríamente y me alejé de ella, esperando que las miradas de Elizabeth sobre el salón hubieran sido por mí. Cuando me acerqué a los oficiales, oí a Denny decirle a Miss Lydia Bennet que Wickham no estaba porque se había visto forzado a irse del pueblo por unos días.

"¡Oh!" dijo ella, con la cara larga.Elizabeth se les había unido y ella también se veía decepcionada. Recordé la mirada que le había otorgado a Wickham en Meryton y cerré los puños cuando comprendi con un desagradable shock que cuando ella entró en el salón había estado buscando a Wickham, y no a mí.

"No creo que sus asuntos los hubieran hecho irse justo ahora si no hubiese deseado evitar a cierto caballero aqui", escuché decir a Mr Denny. ¿Entonces se ha vuelto un cobarde? No hay duda sobre eso. El coraje nunca formó parte del temperamento de Wickham. Imponerse a los ingenuos, engañar a los inocentes y seducir a jóvenes, ésa es su fortaleza. Pero seguramente, Elizabeth no era ingenua. No. Ella no se dejaría llevar tan fácilmente. Tal vez aún no lo haya descubierto, pero estaba seguro de que lo haría. Mientras tanto, no quise desaprovechar la oportunidad de hablarle.

Caminé hacia ella.
"Me alegra verla aquí. ¿Espero que haya tenido un viaje agradable?" pregunté. "¡Esta vez, espero que no haya venido caminando!".
"No, se lo agradezco", dijo ella con rigidez. "Vine en el carruaje". Me pregunté si la había ofendido. Tal vez pensó que mi comentario era un desaire.suponiendo la incapacidad de su familia de mantener caballos apropiados para el carruaje. Intenté reparar el daño de mi primer comentario.

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