"Segunda esposa."¿Qué las mujeres no se pueden tratar mal?, que estupidez, una gran estupidez, las mujeres son objetos, son cosas, cosas sin valor e importancia alguna, solo sirven para satisfacer al hombre y nada más, para eso sirven, ¿y si se mueren?, que mierda que se mueran, eso no importa simplemente se cambian, solo basta buscar otra y... ¿a quién le importa?, nadie se va a preocupar por una mujer, es que es una gran estupidez, pero llega este don nadie, me roba MI mujer y no puedo hacer con ella lo que me da la gana, porque eso a él le preocupa tanto, ¿de dónde sacaron a ese hombre?, ¿acaso no sabe qué dónde sea que mire hay mujeres?, ¿no sabe él, que cuál a él le apetezca será solo suya?, pero parece que no. Era un estúpido, un completo estúpido, y quería ya sacarlo de mi vida, quería desaparecerlo, pero no podía, por una mierda, no podía, me condene desde que firme ese baboso papel, desde ahora, hasta que María se muera tendré que seguirle mirando la cara él, a ese zoquete. Me tenía harto ya, solo de verlo, de saber que está aquí, de ver que María lo prefiere a él, eso me hacia enojar, enojar tanto, que podría matarlos a los dos y salir de eso, salir de esa situación que por creerme superior me cree.
Me daba cólera ver esa sonrisa tan hermosa dedicada para él, solo para él, eso me daba rabia, mucha rabia, pero entonces, cuando estaba a solas con ella, le hacía saber lo mucho que detestaba eso, que odiaba que no se riera conmigo así como ella se reía con él, le hacía mucho daño, tanto como se me fuera permitido, tanto como por estúpido, por firmar ese papel se me es permitido. Pero entonces veía como él la trataba, con amor, como si ella fuera una joya bella, la joya más bella del mundo, y me daba más cólera porque yo jamás iba a tratarla así, y ella jamás iba a sonreírme así a mi, y la lastimaba más, mucho más. Y me daba gusto ver como se le borraba la sonrisa y su cara se convertía en sufrimiento y eso si me gustaba, porque si con él ríe, conmigo tiene que hacer algo y en este caso es sufrir, como se debe tratar, como para lo que ella existe.
Pero yo quería todo de ella, todo, quería que hasta sus suspiros fueran míos, la quería solo para mi, y no podía, no podía y eso me tenía loco, quería desquitarme con alguien, con algo, quería que alguien sufriera así como yo, estaba enojado, me sentía furioso, como si todo se escapaba de mis manos, como si fuera nada en esta relación, me sentía apartado, y eso no debía ser así, POR MI, POR MI ESTAMOS LOS TRES AQUÍ.
Me sentía nada, tenía rabia, pero ella era tan amable, y su sonrisa era tan bonita, y esos ojos tan puros, tan azules, tan redondos, tan bellos, y sus cabellos tan negros, tan largos, tan sedosos. Todo de ella me gustaba, y su olor, olía tan bien, y siempre estaba tan bonita, tan hermosa, no se como se llamaba esto, pero esa niña me tenía en la palma de sus manos, pero ella era mía, y yo podía hacer con ella lo que quisiera, y lo que quiero es hacerle daño, mucho daño, me gustaba escuchar su risa, pero me gustaba más escuchar sus llantos a escondidas. Claro, porque es que si solo se le ocurriera llorar delante de mi, no la cuenta, esa no la cuenta. Si tan solo yo fuera él, ella tuviera el mundo a sus pies, oh pequeña Elenne cuanto te haré sufrir, ¿quién te manda a ser tan bella?
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-Mamá, ¿dónde está Eleonor?,- pregunté al bajar al salón, y me senté a su lado, en su sofá favorito -siempre estaba sentada ahí, ojeando alguna revista o simplemente tomando té-, Eleonor era algo así como mi pasatiempo -mi favorito-, porque hacía con ella lo que quería, y cuando quería, bueno, eso hasta el día que me una, que me una de verdad por primera vez con la que será mi esposa, pero mi papá siempre dice algo, "a un hombre nunca le debe de faltar compañía", y lo entendía, sería muy aburrido esperar hasta casarse. -no la he visto hoy en ningún lado.
-Tiene que estar preparando mi almuerzo cariño, ¿necesitas algo urgente?,- Bueno, urgente, urgente no era, solo quería estar con ella, por segunda en el día, Eleonor también era una de las sirvientas de la casa, una muy bonita y muy joven, solo tenía 14, o eso creo, no se, ni me importa la verdad, su mamá murió y su padre dijo que no iba a hacerse cargo de ella, entonces pues, paro aquí, como sirvienta, de la familia "Villin Amery", la familia real.- Yo puedo ayudarte si es algo urgente.
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El pecado de ser mujer.
Ficción histórica-Madre, ¿por qué ellos si pueden salir y yo no?, ¿por qué nosotras no?- susurré mientras escuchaba el sonido que siempre sonaba cuando "ellos" salían, salían por esa... ¿esa? ¿Por dónde ellos salían?, y... ¿a dónde iban?, ¿qué era eso?, era un miste...