"No pidas más de lo poco que se te da. No vaya hacer que hasta eso te prohíban.".
Entre despacio, y sin hacer ruido, la puerta estaba cerrada, y yo tuve que hacer malabares para que no hiciera nada de ruido. Y ahí estaba, rodeado de todos esos papeles, -sabía que eran papeles, porque una vez me aventó algunos a la cara, se enojo, me gritó, me golpeó y me hizo recogerlos- y se veía tan concentrado que ni noto que había entrado.
Él había subido después de comer, y yo me había quedado limpiando la cocina y recogiendo abajo, todo lo que la barriga me podía permitir. Porque últimamente se veía más grande y me pesaba más de lo que podía soportar, y se me hacía un poco -mucho- difícil hacer algunas cosas que requerían de yo estar mucho parada, o estar inclinada. Y mientras cocinaba, había recordado algo que yo había descubierto, y quería mostrárselo a él, o bueno, quería decirle. Y por eso había venido. Estaba muy emocionada. Él estaba de espaldas a mi, y yo me había acercado a él lo más que podía, sin asustarlo. Esos papeles, que desde aquí podía ver, tenían algo en ellos, y él se había quedado mirándolos fijamente, para después lanzarlos furioso a la pared y golpear la mesa. Yo me asusté, y casi me iba de cara al suelo. Pero me agarré, y justamente de él.
-Pero que...- lo escuché decir, así que cuando pude estabilizar mis pies, me aleje asustada de la silla donde él estaba sentado, que mal idea fue venir, ahora sólo quiero irme. Iba a comenzar a caminar a la puerta otra vez cuando su voz me detuvo;- ¿Qué haces aquí?, ¡¿qué mierda haces aquí María?!- gritó, y a la vez se paró de la silla, haciendo que está se cayera por la rapidez y la brusquedad con la que se levantó.
Intente encogerse dónde estaba, quería desaparecer de aquí, quería irme, ya no quiero. Ya esto no es emocionante.
-Perdón.- susurré, yo fui una tonta, una total tonta al venir aquí. Y ahora sólo quiero irme.,
-Te pregunté que hacías aquí María. Y no me gusta hablar dos veces.- volvió a decir, mientras caminaba hacia mi. Y yo me arrepentí completamente de haber venido aquí. Pero es que... ¿por qué se me ocurrió venir a mi aquí?
-Yo... yo solo quería decirte algo.- susurré nuevamente. Y cuando estuvo frente de mi, quise hacerme más pequeña si eso fuese posible.
-¿Y eso es sobre mi bebé?- No, no, definitivamente no. Negué despacio con la cabeza mirando el suelo.- ¡¿Y qué carajo te hace pensar que eso que vas a decirme me interesa?!- gritó, y yo retrocedí, a la vez que el levantó su mano. Iba a golpearme, si, definitivamente iba a hacerlo. Y yo me lo merecía, me lo merecía por tonta, así que solo esperé el golpe... que nunca llegó. Mire hacia arriba, y su mano se había quedado suspendida en el aire. Y la dejo caer, pero no a mi cara, sino que la entro en uno de los bolsillos de su pantalón, para sobarse la barbilla con la otra mano. Y suspiro.
-Perdón.- volví a susurrar, quería de alguna manera arreglar algo que obviamente yo había provocado. Yo siempre soy la del problema. Siempre me busco lo que me pasa.
-Elenne,- camino más hacia mi, agarró mi cara, y me hizo verlo. Sus ojos negros como siempre, estaban mirándome, y parecían arden, sus ojos siempre enojados. -nada que no tenga que ver con mi bebé, me interesa. Eso significa, que si vienes aquí. Solo a volver a interrumpir en mi única área donde en esta casa estoy en paz, no voy hacer condescendiente contigo. Sino que voy a castigarte. A ver, si así se te quitan de una buena vez, todas las mañas que tienes.- Dijo mientras miraba al techo y volvía a suspirar.- Todas esas cosas no me interesan ¿si?, lo único que me interesa es mi niño que aún no ha nacido. Solo por él no te doy la golpiza que te mereces. Aprende eso, nada de tus mierdas me interesan. Así que vete de una buena vez. Ahora.- no tuvo que repetirlo dos veces cuando ya estaba fuera de esa habitación. ¡Y que tonta era!, ¿qué cosa me hizo pensar que él reaccionaria diferente?, si todo lo de él es golpes, gritos y jalones.
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El pecado de ser mujer.
Ficción histórica-Madre, ¿por qué ellos si pueden salir y yo no?, ¿por qué nosotras no?- susurré mientras escuchaba el sonido que siempre sonaba cuando "ellos" salían, salían por esa... ¿esa? ¿Por dónde ellos salían?, y... ¿a dónde iban?, ¿qué era eso?, era un miste...