Día 1

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Sentado frente a la computadora, despido el día que se va, Terminé el poemario "El club de las almas negras", un viaje sin igual. Un proyecto alucinante, un esfuerzo que costó finalizar, Pero me llena de alegría, poder este nuevo horizonte abrazar.

Salí en bicicleta, en busca de inspiración en la ciudad, Inmerso en los ruidos, algo que no suelo disfrutar de verdad. Soy un chico tranquilo, mayormente ermitaño en mi ser, Pocas veces me encuentro en esa situación, es raro de entender.

Pero en medio de un bloqueo artístico, necesitaba liberar mi mente, Un día nublado en Buenos Aires, con temperaturas bajas, diferentes. Ahora, escucho música y dejo que las palabras fluyan en papel, Relajado, planeo una noche espectacular, sin preocuparme de más, de aquel.

No haré nada en particular, solo dejarme llevar por la serenidad, Pues quién sabe qué sorpresas el mañana nos traerá en realidad.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora