🪻Capítulo 30🪻

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La última voluntad de la Emperatriz le impedía a Oswald que le quitara la vida a Eshimed, pero... Eso no significaba que no fuera el niño que consumió la vida de su amada esposa... Una mutación nacida con la bendición del espíritu del hielo. Sobre todo, nació con atributos de oscuridad, lo que era un presagio del desastre inminente en Roshan.

Con una mezcla de odio y resentimiento, el Emperador miró a los ojos de su propio hijo, cuyas pupilas no estaban enfocadas ni siquiera ahora-


—Nunca podré reconocerte como mi propio hijo.


Aun así, no significaba que pudiera matar al niño que heredó la sangre de Ellie, así que debía vivir como si estuviera muerto.


—Esta es la última gracia que puedo darte.


El Emperador salió del Palacio y cerró la puerta con fuerza.

De esa forma, cuando solo tenía cuatro años, Eshimed fue encarcelado solo en un Palacio abandonado.

Cada momento era frío, sin un solo rastro de calidez... Tampoco podía dar un paso fuera del Palacio.

Después de que el nombre y la existencia de Eshimed fueran enterradas y encarceladas, el Palacio Imperial disfrutó de un periodo de paz durante varios años.

Se descubrió que incluso el Segundo Príncipe, Handel Hanal Ruairi, era solo un humano común que no recibió ninguna bendición, pero el Emperador consideró bastante afortunado ese hecho.

Aunque engañara a todo el pueblo imperial, el Emperador decidió cederle el trono a su amado hijo mayor, Valerian.

El hecho de que el hijo de la Emperatriz fuera un humano normal, ¿qué importaba? Incluso si Handel Hanal Ruairi hubiera nacido con una bendición, el Emperador no tenía la intención de entregarle el trono porque no era hijo de Ellie.

De esa forma, el Emperador poco a poco dejó de pensar en su hijo encarcelado. Sin embargo, había una verdad que pasó por alto.

—... Voy a matarte.

Era el hecho de que Eshimed era un elementalista nacido con un enorme poder, y que era amado por Prince.


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Eshimed era un niño aislado.

No podía mezclarse con el mundo, y su mundo siempre estuvo un paso separado de todos. Sin embargo, el abuso verbal del Emperador y el posterior confinamiento comenzaron a agrietar las sólidas paredes grises que rodeaban su mundo.

—[Eshimed, esto es un error...]

Los elementalistas eran fuertemente influidos por los espíritus de los que recibían la bendición. Además, mientras más fuerte fuera el espíritu, más poderosa era su influencia.

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora