🪻Capítulo 82🪻

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Salí a ver los lugares con mucha emoción, pero pasé por alto el hecho de que no podía entrar en la mayoría de las zonas porque todavía era una forastera.

—Qué es esto...

Los únicos lugares en los que podía entrar eran algunas de las zonas donde la gente entraba y salía.

«Me siento agotada.»

Mientras avanzaba con dificultad y caminaba débilmente, llegué a un pasillo desierto. A cierta distancia había una habitación que podía identificarse como una biblioteca a través de una pequeña ventana de cristal en medio de la puerta.

—Disculpe, ¿se permite la entrada de forasteros a la biblioteca? —pregunté a un joven que parecía pertenecer a Lythera.

—Oh, sí, puede entrar.

Abrí la puerta con cuidado y miré el interior.

Me llegó de inmediato a la punta de la nariz el tenue y reconfortante aroma a madera propio del Ala Oeste que flotaba en el aire. Aunque era una zona abierta a forasteros, estaba llena de libros... Cientos de ellos en el mejor de los casos.

Caminé entre las estanterías, examinando una a una las portadas de los libros y otros objetos.

—Solo se vive una vez, ¿cómo vivir sabiamente?

¿Qué es? Parece un libro de autoayuda...

—Ah.

Dejé de tratar de alcanzar un libro y miré hacia un costado cuando sentí una presencia.

A mi lado, estaba parado un chico que parecía ser un par de años mayor que Eshimed, y lucía un poco sorprendido como si se hubiera topado conmigo mientras caminaba entre las estanterías.

Su cabello gris, casi blanco, estaba trenzado en un solo mechón y le colgaba hasta el pecho, y su ropa se parecía a la de Mekayla...

El muchacho vestido con una gran capa blanca con capucha me miró sin comprender por un momento con sus ojos gris plateado ocultos tras unas lunas de cristal.

—¿Está usted de visita con el propósito de realizar el examen?

Habló rápida y alegremente.

—... Sí.

¿Quién podría ser?

Cuando observé en silencio sus expresiones faciales, me fijé en el hecho de que el muchacho tenía un aspecto extraordinariamente bello, una atmósfera clara y pura a su alrededor, y además su sonrisa amable me resultó familiar de alguna manera.

—Encantado de conocerla. Mi nombre es Idris Robin Eupus, y soy un humilde aprendiz que tiene el honor de estudiar con la Presidenta Mekayla Euphorium.

Gracias al saludo que me dio el chico, finalmente me di cuenta de su identidad y me llené de sorpresa.

—Eupus... Un momento, ¿el Conde Eupus?

—¿Conoce a mi abuelo? —preguntó con sorpresa Idris Robin al escuchar mi pequeño murmullo.

Este muchacho no era otro más que el nieto del Conde Eupus.

—Siento haber tardado tanto en presentarme. Mi nombre es Edith Ronen Heylian, y he venido a Lythera para tomar el examen de calificación elementalista realizado en esta ocasión. No sé si lo sabe, pero el Conde Eupus es quien se convirtió en mi mentor.

—... Ah, usted es la Princesa Heylian de quien tanto escuché hablar. Es un honor conocerla.

Idris sonrió alegremente, luego colocó una mano sobre su pecho e inclinó ligeramente la espalda.

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora