🪻Capítulo 57🪻

463 46 0
                                    


Murió uno de los héroes que salvaron al mundo.

—...

El héroe que salvó al mundo, borró de la tierra a su propia familia consanguínea por haber cometido pecados imperdonables, y finalmente los arrastró al infierno sin dejar rastro alguno.

Me quedé un rato en silencio mientras miraba su lugar vacío, donde ahora sobre el suelo solo había cenizas.

Solo ahora me di cuenta.

¿Por qué mi abuelo evitaba tanto hablar de Meinhardt? ¿Por qué se enfadó tanto cuando mencioné el apellido Kandel? ¿Qué tipos de sentimientos y pensamientos tuvo mi abuelo cuando mostró un odio tan intenso y se cubrió la cara como si estuviera cansado?

—...

Después de que Judith se convirtió en cenizas, Meinhardt miró petrificado el lugar donde había desaparecido con una expresión de estar a punto de gritar.

Verlo era sumamente lamentable.

Judith cerró los ojos tras destruir el hechizo de invocación, que ya estaba en fase de finalización. Finalmente, habiendo recuperado mi libertad, me puse de pie tambaleándome.

—...

Con duda comencé a caminar hacia Meinhardt.

*Tak*

Alguien me agarró con fuerza la muñeca y me detuvo.

—¡...!

Jadeé sorprendida y miré hacia atrás.

—¿No le dije que no la abriera?

Una voz familiar habló en voz baja con un tono mezclado de ira y ansiedad.

—Ah...

Levanté la cabeza.

El verdadero Meinhardt me estaba mirando mientras sostenía mi muñeca.

—... ¿Meinhardt?

Lo miré, incapaz de cerrar mi boca abierta.

Meinhardt me miró con los labios fuertemente cerrados y unos ojos temblorosos llenos de emociones incomprensibles.

De repente, recordé al niño que se había quedado solo, así que volví a mirar hacia adelante. Sin embargo, el niño desapareció sin dejar rastro.

¿El sol que se ocultó en este mundo, causó una ilusión o una escena del pasado? El atardecer bermellón entraba por las ventanas circulares del techo, tiñendo de dorado la mansión en ruinas y solitaria.

No sabía si la escena de ahora era una verdadera realidad del pasado o una falsa ilusión presentada por la invitación desconocida para atraparme, pero...

—... Meinhardt.

Pronuncié con calma su nombre, pero Meinhardt no respondió y ejerció un poco más de presión sobre mi muñeca.

*Shhhh*

De repente, sentí una presencia inaudible en el espacio donde solo Meinhardt y yo estábamos.

«¿Qué es?»

Sin darme cuenta giré la cabeza y vi algo.

—... ¿Qué?

El linaje de la familia Kandel quedó reducido a cenizas debido al poder de Judith. Claramente lo vi con mis propios ojos.

—¡Me-Meinhardt!

Las cenizas esparcidas por todas partes recuperaron su aspecto anterior en vida y se tambalearon hacia nosotros. Tenían la misma apariencia antes de morir, pero cuando hice contacto visual, sus ojos se veían vacíos y muertos. Al instante, sentí náuseas.

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora