Una videoesfera que grabó a Edith, un mechón de su cabello púrpura claro que Meinhardt cortó cuando dormía, y el certificado de paternidad que recibió del Templo del Fuego. Esas tres cosas bastarían como pruebas.
Meinhardt completó todos sus preparativos y abandonó su escondite por primera vez en siete años. Su lugar de destino era la Residencia de Los Santos con el objetivo de...
—A partir de este momento, vete sin dejar rastro. Y cuando hayan pasado siete años, informa a Roderick sobre la existencia de la niña.
Debía informar a Roderick Arne Heylian sobre la existencia de Edith.
—...
¿Cómo se tomaría Edith la repentina aparición de su padre?
Meinhardt estaba pensativo.
Si descubría que su propio padre no solo arruinó miserablemente a su abuelo, quien le dio todo el amor que pudo en nombre de sus padres, sino que además de traicionó a su madre e hizo que la estigmatizaran como una villana... ¿Podría aceptarlo como su padre?
Ese sufrimiento y el odio interminable devorando su alma no era el tipo de dolor que una niña de siete años debería soportar.
Los sentimientos contradictorios se extendieron como la pólvora, deteniendo a Meinhardt y sumiéndolo en la angustia. Sin embargo, no tenía derecho a desafiar el destino.
Meinhardt apretó los dientes y avanzó hacia donde debía ir.
—Bastardo... ¿Cómo llegaste aquí?
—Tienes buen aspecto.
Meinhardt, que estaba sentado sobre el alféizar de la ventana abierta, miró fijamente el rostro de Roderick con una mezcla de asombro y repugnancia en sus ojos negros.
Tras un momento de silencio, un desconcertado Roderick torció los labios y preguntó bruscamente.
—No me hagas decirlo dos veces. Siendo el secuaz de una pecadora, ¿cómo te atreves a venir a este lugar?
«No has cambiado.»
Meinhardt miró con una frialdad terrible al estúpido hombre, quien todo lo que tenía para ofrecer era su linaje y estatus noble.
—¡Soy diferente a ti! Perdí injustamente a mi padre y fui expulsado por ser hijo de un traidor, ¡pero tus padres rompieron un tabú! Pero, por qué... Por qué el tío Bastevan y... Mariette te tratan igual que a mí.
Creía con todo su ser que era muy superior... Graciosamente, como si le hubieran lavado el cerebro para decir esas palabras.
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Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villana
RandomUn día, el protagonista masculino de la novela apareció y se arrodilló. Me quedé boquiabierta y asombrada, pero repentinamente el protagonista me miró con sus hermosos ojos y habló. -... Eres la hija de Mariette. *Pok* Al escuchar ese nombre, dejé c...