🪻Capítulo 31🪻

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La chica se quedó quieta y sin hacer nada, no, más bien, ¿no hizo todo lo posible para salvar a los humanos que estaban en el Palacio del Príncipe?

—Su Excelencia el Gran Duque, ¿no siente curiosidad sobre cuál es el atributo restante de la Princesa Edith?

Sin embargo, al vasallo del Gran Duque no le importó nada y sin dudarlo intentaba calumniar a la hija de su propio Señor.

Eshimed no podía creer lo que estaba ocurriendo ahora.

¿Cómo podía ser acusada la amada hija del Gran Duque sin tener pruebas sólidas de un crimen? Era extraño.

Eshimed miró a los sirvientes de la residencia del Gran Duque, pensando que todos los demás criticarían de inmediato las palabras del vasallo. Pero...

—...

Los sirvientes no negaron esas palabras.

La Gran Duquesa abrazó a su hija, ocasionando que las reacciones de los sirvientes fueran de desagrado hacia la chica que conoció.

Eshimed estaba desconcertado.

Lo más extraño de todo era ver las miradas frías y agobiantes de los sirvientes presentes.

«... ¿No es la amada hija de Roderick Arne Heylian?»

¿Por qué todos reaccionaron de esa forma?

—Aunque han ocurrido varios incidentes similares en el pasado, esto sucedió cuando la Princesa Edith desapareció. Sobre todo, la Princesa Alea resultó herida.

El vasallo del Gran Duque Heylian no se detuvo.

De inmediato, la imagen del odio y la malicia bailando alegremente alrededor del vasallo se reflejaron en el campo de visión de Eshimed.

No tengo duda de que la Princesa Edith, quien es la única que heredó la sangre del Gran Duque, ha recibido naturalmente la bendición de Reyes Espirituales. Entonces, la hipótesis de que su último atributo restante sea Prince, el Rey Espíritu del Hielo, no es absurda.

«Yo... aún no he maldecido a esa chica.»

Eshimed realmente estaba confundido.

—Además, no tenemos forma de saber si la Princesa ha estado ocultando su último atributo. Por lo tanto, es la única sospechosa.

Las personas alrededor de la chica la miraron con disgusto y desprecio como si supieran que su naturaleza era malvada.

—¿Ha olvidado qué clase de persona era la madre biológica de la Princesa Edith? Era la mujer que intentó matar a la Princesa Alea cuando apenas caminaba. Aunque su hija sea pequeña, ¡¿cómo no podría no haber heredado la misma naturaleza de la madre?!

El Gran Duque defendió tardíamente a su hija, pero al vasallo no le importó y habló con más fuerza.

Por alguna razón a Eshimed le dolía el corazón, así que colocó una mano sobre su pecho y luego miró a la chica que mantenía los labios cerrados a pesar de su situación.

«¿Por qué no lo niegas?»

Era como si la chica estuviera acostumbrada a ese tipo de reacciones y simplemente las aceptara como algo natural.

—...

Sin embargo, la idea de Eshimed estaba equivocada.

La chica inclinó la cabeza, su cuerpo temblaba ligeramente y sus pequeñas manos estaban apretadas con fuerza.

Presenciar la escena hizo que el corazón de Eshimed pareciera latir con más fuerza, pero desvió la mirada porque no pudo seguir mirando a la chica.

«No es tu culpa... Todo es algo que yo hice.»

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora