Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villana

🪻Capítulo 86🪻

El interior era completamente blanco, las cortinas traslúcidas debajo de los pilares arqueados del techo ondeaban a pesar de que no soplaba el viento y la atmósfera era misteriosa. Aunque en realidad no podía enfrentarlo a cada paso que daba, me resultaba extraño recordar el hecho de que estaba caminando por el Templo de la Sabiduría, el lugar que había estado buscando desde que seguí a Roderick al Gran Ducado Heylian.

Cuando llegué al pie del altar, temblé y dejé de caminar.

La estatua del pilar tenía la forma de un enorme ojo con numerosas líneas circulares envueltas a su alrededor en varias direcciones. A primera vista, las curvas parecían estar tachonadas de joyas...

—... ¿Ojos?

En realidad, se veía como muchos pequeños ojos muy juntos.

Sentí que... Había visto una forma similar a esta en una vida pasada.

«Entre las imágenes angelicales descritas en la Biblia, creo que había algo parecido...»

Sin motivo alguno, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo mientras miraba el símbolo de Lore brillando bajo la luz del sol que caía del techo.

Siguiendo la guía del elementalista, crucé las manos y las coloqué sobre mis hombros. Luego, lentamente empecé a recitar las palabras del juramento.

—Aunque aquellos que no son bendecidos han nacido innumerables veces como el fugaz paso del tiempo, aquel que disfruta de la fortuna de ser bendecido al ser elegido por el destino, jura ante el Templo Sagrado de la Sabiduría Eterna.

Inmortalidad y mortalidad.

Vida y muerte.

—No olvidaré que las bendiciones fueron dadas porque existe una razón para usarlas, y no consumiré las bendiciones para satisfacer mis deseos personales.

Luz y oscuridad.

Bendiciones y maldiciones...

—Recordaré la noble misión de lograr la paz en el mundo rescatando a los necesitados que viven en lugares bajos.

Si juro de esta forma, ¿escuchará mi voz?

—Entonces, Rey Espíritu de la Sabiduría, por favor, bendice el viaje de una necia para convertirse en una elementalista de corazón generoso.

¿Dónde diablos está el Rey Espíritu de la Sabiduría que desapareció después de la muerte de Mariette?

El elementalista, que se puso de rodillas, cuando terminé mi juramento se acercó a mí con una cajita que había sido colocada bajo el altar.

*Tak*

—Crearé un hechizo que atará tu voz para el examen final.

Lo que había en la pequeña caja era un tinte azul con un brillo místico.

—... ¿Seré incapaz de hablar? —pregunté mientras miraba el tinte azul brillante.

—Esto es para prohibir cualquier invocación de espíritus mientras la prueba esté en curso. Será eliminado tan pronto como finalice la prueba, así que no debe preocuparse por ningún efecto secundario —respondió el elementalista al mismo tiempo que frotaba el tinte azul con un pincel.

Acepté nerviosa que el elementalista me tallara un dibujo en el cuello.

—Ya está.

Abrí la boca para ver si realmente podía hablar, pero no salió ningún sonido.

«¿Este hechizo pertenece a la autoridad de Lore?»

Pensé mientras miraba hacia el altar de Lore una vez más.