🪻Capítulo 49🪻

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~Palacio Imperial, Sala de Audiencias~

—... ¿Qué? —preguntó Roderick sin comprender.

El Emperador, que estaba rojo hasta el punto de parecer loco, agarró con tanta fuerza el reposabrazos de su trono que lo rompió y evitó la mirada de Roderick.

—... Le encargué al Gremio Criminal de Nisha que asesine al Segundo príncipe, pero mientras cumplían con la solicitud, hubo un error... en el proceso la Princesa Heylian fue secuestrada accidentalmente...

Sí, no sé exactamente el contenido de la carta enviada por Ryat, pero... el Emperador estaba asumiendo la culpabilidad.

—Todo es mi culpa. Sinceramente... te pido disculpas, Roderick. Y lo mismo para la Princesa Heylian.

Incapaz de ocultar su nerviosismo, el Emperador se levantó de su trono y se dirigió hacia Roderick.

—Tú...

Después de mirar fijamente al Emperador durante un tiempo...

—¡Oswald!

Mostrando su ira evidentemente ardiente, Roderick se atrevió a pronunciar el nombre del Emperador.

—¡Tú sabes cuánto he anhelado una familia que tenga mi sangre...! ¡Tú, de todas las personas, la pusiste en un terrible peligro!

—... Lo siento, de verdad...

Mientras Roderick desahogaba su ardiente ira, un ruido ominoso resonó en mis oídos.

Levanté la mirada y me quedé mirando el aire notablemente fluctuante alrededor de Roderick. A pesar de no estar materializado, pude vislumbrar la forma de un espíritu del viento a su alrededor mientras sonreía ferozmente.

Volví a mirar a Eshimed.

—¿Debería congelarlos? —preguntó Eshimed, con una sonrisa en su rostro.

«Congelar el viento turbulento haría que se volviera en un arma sumamente peligrosa.»

Negué con la cabeza y retrocedí unos pasos mientras sostenía la mano de Eshimed.

—... ¡No tenía la intención de poner en peligro a tu hija! Solo quería desaparecer esa cosa de mi vista. ¡¿Sabes lo terrible que es mi odio, Roderick?!

—¡Cierra la boca, Oswald! ¡Cualquiera que fuera tu intención, nunca debiste hacer eso cuando estaba junto a Edith! ¡Si Siorn Bastevan no hubiera aparecido...!

Roderick, cuyo rostro se puso lo suficientemente rojo como para asustarme, se tambaleó y levantó una mano.

De repente, por alguna razón desconocida, el espíritu de viento que había estado dando vuelta y riéndose, comenzó a volverse violento.

«Parece haber enloquecido.»

... Incluso parece ser peligrosos.

—¿Qué clase de espíritu es ese...?

Hay muchos tipos diferentes de espíritus en el mundo, pero este se siente extrañamente abominable.

—Todo es culpa tuya, todo... Casi pierdo a Edith, mi única hija...

—... ¿Roderick?

¿No estaba equivocada mi siniestra premonición?

Roderick comenzó a murmurar palabras, como si no pudiera escuchar nada de lo que lo rodeaba.

—Está bien, solo tengo que desaparecer todo lo que se interponga entre nosotros. Si lo destrozo todo pieza por pieza...

—Roderick, qué te ocurre... ¡Roderick!

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora