Con labios temblorosos, pronuncié su nombre.
—¡Ugh...!
Finalmente, incapaz de reprimir las crecientes emociones, empecé a llorar con fuerza.
—[No, espera un momento...]
Oried, con una expresión de desconcierto, levantó con cuidado el brazo con el que no me sostenía y me dio unas suaves palmaditas en la espalda.
Sin embargo, cuanto más trataba de calmarme, más crecían mis emociones.
—Qué fue eso realmente... Tenía mucho miedo, ugh... y, ugh... me atacaste...
—[Lo siento, no había otra forma de encontrarte.]
Oried respondió en voz baja a las palabras que pronuncié mientras me secaba las lágrimas que fluían.
No podía imaginar lo sorprendido que debió haber estado Oried cuando desaparecí de repente. Dado que el poder de Yuhyrian era más fuerte, no había tenido otra manera de vencer el poder de Arcano para encontrarme.
Sin embargo, sin importar cuánto cambió su personalidad, no podía olvidar su mirada mientras sonreía casualmente y trataba de matarme.
Miré con resentimiento a Oried y lo golpeé en el pecho con todas mis fuerzas.
*¡Pak!*
—¡Auch...!
Pero fui yo, no Oried, quien sintió dolor al golpear el pecho tan duro como una piedra.
—[Edith...]
Oried, que me miró con desconcierto mientras yo lo miraba con resentimiento y agarraba mi mano enrojecida, pronunció mi nombre como si no tuviera nada que decir.
—No, está bien. Lo que pasó hoy... Lo recordaré para siempre —dije, recordando la situación actual, y miré a Meinhardt aún en brazos de Oried—. ¡Meinhardt! ¿Estás bien?
—Estoy bien... —respondió con calma Meinhardt, con profundas heridas en el cuerpo.
—¡Mentira! ¡La sangre fluye por todas partes!
Era una suerte que no muriera por una pérdida excesiva de sangre.
—Por favor, espera un momento... —dije, haciéndole señas a Oried para que nos acercáramos a Meinhardt.
Como hice antes cuando calmé la personalidad de Yuhyrian y llamé a Oried... Puse una mano sobre la frente de Meinhardt, cerré los ojos y lentamente usé el poder de la vida que aún permanecía en mi interior.
Todo lo que podía esperar era su completa recuperación.
—... Señorita Edith.
Insuflé el poder de la vida hacia Meinhardt.
Tras un momento, sentí un ligero mareo.
—Ya estoy bien, puede bajar su mano —dijo Meinhardt con voz suave.
Abrí los ojos cerrados y examiné su estado.
Todas las heridas sanaron por completo y no quedó ninguna cicatriz. Como única prueba de lo sucedido, solo algunas partes de su ropa quedaron manchadas con sangre.
Por primera vez lograba curar a otros usando el poder de la vida sin invocar a Illipia, pero...
—Estoy mareada...
Suspiré tras comprobar minuciosamente que todas las heridas de Meinhardt se habían curado, y casi al instante me invadió un mareo que me obligó a apoyarme en el pecho de Oried.
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Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villana
RandomUn día, el protagonista masculino de la novela apareció y se arrodilló. Me quedé boquiabierta y asombrada, pero repentinamente el protagonista me miró con sus hermosos ojos y habló. -... Eres la hija de Mariette. *Pok* Al escuchar ese nombre, dejé c...