No dudes como una idiota, es algo que debo hacer. Incluso si significa arriesgar mi vida, debo hacer lo mejor que pueda para lograrlo...
—Sí, creo en tu promesa. Vete rápido, cada momento cuenta.
Mekayla asintió.
—Un momento, Maestra Mekayla. Ryat, adelántate y haz los preparativos por adelantado.
Había algo que debía hacer antes de irme.
—... Hay alguien de quien me gustaría despedirme —murmuré mientras miraba la torre cercana.
Antes de comenzar mi largo viaje...
—... La situación es tensa, así que baja rápido —respondió Ryat con una expresión rígida, como si supiera a quién me refería.
Cuando se alejó, el dobladillo de su capa negra ondeó con el viento furioso.
—Por favor, llévame hasta esa torre.
La única persona en este mundo con la que comparto secretos de mi madre y la única a quien puedo confiarle todo.
Para despedirme de esa persona, caminé con la guía del consejero.
El siniestro cielo oscuro se arremolinaba ominosamente y por momentos se cubría por la luminosidad de los relámpagos.
Meinhardt estaba en lo alto de una torre, donde las corrientes de aire más peligrosas se cernían.
—... ¿Señorita Edith?
Como si percibiera mi presencia, Meinhardt miró hacia atrás.
—¿Cómo ha llegado hasta aquí...? ¿Se encuentra bien?
Me encontré con su mirada, que me examinaba.
Tragué mis emociones crecientes y traté de sonreír.
Aunque sonreí con los ojos llenos de lágrimas, no podía controlar mi corazón.
—...
Meinhardt extendió su mano hacia mí, con su rostro endurecido como si hubiera percibido que algo andaba mal.
—Meinhardt, debo irme a Nisha ahora.
Dejó de moverse al escuchar mis palabras y su mano permaneció en el aire.
—No sé cuántos secretos aprendí de Mekayla hoy. Solo vine a Lythera para realizar la prueba de cualificación de elementalistas... ¿Cómo he terminado metida en un asunto tan importante?
—... Edith.
Giré la cabeza, intentando evitar tanto su pregunta como su mirada, y hablé como si nada estuviera pasando.
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Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villana
De TodoUn día, el protagonista masculino de la novela apareció y se arrodilló. Me quedé boquiabierta y asombrada, pero repentinamente el protagonista me miró con sus hermosos ojos y habló. -... Eres la hija de Mariette. *Pok* Al escuchar ese nombre, dejé c...