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15 de Agosto de 1974

Es increíble como pasa el tiempo cuando te diviertes es lo que dice Lily, pero en mi caso los últimos días de julio e inicios de agosto han pasado con una lentitud alarmante, como si cada momento vivido se quisiera guardar a fuego en mi memoria. Nuevamente he sido olvidada por Kairós y Balam, sin embargo, está vez sé que no es por qué lo quieran así, no estoy segura de cómo explicarlo, pero simplemente sé que está prohibido acercarnos por ahora...
Dejando de lado mi problema con lo astral, Lily ha estado saliendo de casa y llevandome con ella, entre esas salidas en más de una hemos estado acompañadas de Snape, quien sigue desconfiando de mí, su actitud hacía conmigo lo hace parecer un gato arisco. 

Ya me he disculpado bastante con Snape, aunque ya he cambiado la dinámica de las disculpas, esto ya es más para fastidiarlo, despues de todo, la última semana que he pasado con él y Lily he visto como un atisbo de sonrisa se refleja en él cuando llegó y por cualquier cosa ironizó la disculpa añadiendo algo random. Y hoy no es la diferencia

—Lily, Evans— su forma de saludar hace que únicamente suene el nombre de Lily

— Snape, lo siento por no tener un nombre que te guste como para mencionarlo

—Evans...

— Si?— dijimos Lily y yo al mismo tiempo, sabiendo que se refería a mí, él solo rueda los ojos y suelta un resoplido

—Olvídenlo— el tono resignado que usó, solo nos hace reír a mi y a Lily

—Sev, hay que hacer un picnic hoy, ya traigo to...

La repentina pausa de Lily me hace saber que olvidó la canasta en casa

— Iré por ella— dije empezando a tomar camino rumbo a casa, su voz me detiene

— Fue mi error, yo iré por ella. Deberías acompañar a Severus.

Y sin más salió corriendo, sin dejarme decir algo o que Snape se opusiera. Volteo a verlo y el solo se encoge de hombros "y yo que creía que no le agradaba" pensé. Me dirijo a sentarme junto a él, debajo del árbol por el que salió Snape cuando lo conocí por primera vez. Ninguno de los dos dice nada, no me parece un silencio incómodo, es incluso algo sumamente agradable.
El ambiente de paz se ve roto por un suspiro cansado del chico junto a mí.

— ¿Todo bien, Snape?— mi pregunta lo toma por sorpresa, y él solo mira para otro lado antes de que sus palabras ácidas salgan de su boca

— ¿Te importa, Evans?

Alzo mi cabeza al cielo, intentando reprimir el impulso de tirarlo al río y ahogarlo, a estas alturas del verano creería que sería algo más agradable conmigo, pero parece que me equivoqué, este hombre es más arisco que un gato salvaje.

— Si no me importará no preguntaría— digo esto rodando los ojos, él solo me ignora y se levanta de su lugar.
En un intento por regresarlo junto a mí tomo su manga y lo tiró, provocando que caiga en el lugar que era su asiento y su espalda roze con el árbol, algo que no causaría que sangrara, sin embargo, aquí estaba él, manchando un poco su playera de sangre, pero sin emitir un quejido o lamento. El pánico se reflejo en mi rostro, ninguno decía nada haciendo que los segundos parecieran eternos, en mi mente las palabras corrían a velocidad vertiginosa, hasta que finalmente me animé a sacar algunas de esas palabras.

— ¿Qué te pasó?

—No te importa

— Al carajo si es así o no ¿Por qué estás  sangrando si el golpe parecía no ser para tanto? ¡Déjame ver! — dije mientras le estiraba la ropa

Honestamente no medi mis palabras y mucho menos mis acciones por la preocupación, hasta que se alejo sonrojado fue que caí en cuenta de lo que dije, pero no me iba a echar para atrás en esto...

Petunia... Dursley? JAMÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora