Petunia... Dursley? JAMÁS

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Agosto de 1997

El testamento fue leído dos semanas después de que Geraldine fuese sepultada. Petunia no tenía intención de estar presente en la lectura, pero al final su presencia fue un requisito, por lo que no pudo faltar a ello. No esperaba nada de su madre, sin embargo se sorprendió cuando este estaba siendo leído.

—Finalmente, para la repartición de los bienes muebles e inmuebles queda del siguiente modo: el porcentaje que me fue heredado de la casa sea repartido a partes iguales entre mis hijas: Petunia y Lily Evans. Del dinero proporcional al seguro de vida el 25% que habré heredado de mi mi difunto marido pasa en su totalidad a Petunia, (favor de leer la nota anexada).— dicho eso por el representante legal mueve un par de hojas en su carpeta, una vez encuentra el anexo mencionado procede a  leerlo en voz alta —Considéralo una compensación adecuada.— ambas hermanas cruzan miradas desconcertadas, mas esperan a que continúe con la lectura —Bien, continuando: esta a mi nombre una cuenta bancaría en la que están depositados los ahorros de mi vida, así como la cantidad proporcional a la herencia que me dejaron mis difuntos padres, de esta el 60% pasara a Lily Evans y el 40% a Petunia Evans. En caso de que mi testamento sea leído siendo Lily Evans menor de edad, es mi entera voluntad que Petunia Evans, su hermana, sea quien tenga su tutela completa por el año restante a que cumpla la mayoría de edad. Siendo estos todos mis bienes espero que se respete mi última voluntad.

El silencio en la sala no duro mucho, inmediatamente se llevo a cabo la firma de todos los papeles que avalaban la titularidad de los bienes a cada una, dejando en claro que si bien la cuenta de ahorros data desde que ella era joven, ambas no debían esperar demasiado, pues se había estado retirando dinero para pagar todo el instrumental medico que había en casa, aunque para ellas lo que les toco fue una cantidad generosa, y con la herencia por parte de su padre, bueno, la vida no sería mala con ninguna. En cuanto al asunto de la tutela, faltando poco para que Petunia fuese mayor de edad solo esperaban que no hubiese algún inconveniente para legitimar todo hasta llegado el día.

La pelirroja no se encontraba molesta por la división de bienes, al contrario estaba feliz de que su mamá le diera un poco más a su hermana. Lo que no terminaba de convencerla es la nota anexa y fue cuando recordó la discusión que tuvieron el día del fallecimiento de Geraldine. Si bien era consiente de la relación poco cercana entre ambas, es ahora que sentía enorme curiosidad, por cuan difícil era. Cuando intento pedir respuestas a su hermana, ella solo le hablo cosas buenas de su madre, no la convenció, pero si ella no quería hablar de ello lo respetaría.

28 de Agosto de 1977

Las hermanas Evans habían estado procesando toda la situación en compañía de sus amigos y en el caso de Lily, su pareja. Mientras Petunia se hacía a la idea de que jamás tuvo una madre que la amo, decidió sanarse por si misma continuando con su vida, claro que extrañaría a su madre, algo dentro de ella aun anhelaba su afecto, pero ahora que ya no esta finalmente lo dejaría ser, no le quedaba de otra después de todo; y para la pelirroja, bueno, también extrañaría a su madre, tanto como extrañaba a su padre, pero entendió que lo que había pasado fue solo el final de una enfermedad que aquejaba a su madre, por otro lado ella tenía otra clase de preocupaciones como ¿Qué pasará con su hermana? Es decir, se quedaría sola hasta las vacaciones, nadie la esperaría en casa y pasaría las noches sola, pronto se iría Hogwarts y no la vería hasta las vacaciones de invierno.

Habló de ello con James y, a su vez, este lo habló con Sirius, que para las pocas pulgas del joven Black para nada le gustó la idea de la pelirroja de pedirle a Gasca que acompañara a Petunia siempre que tuviera tiempo.

—Cornamenta, haz algo con la pelirroja, sácale la idea de que ese Slytherin acompañe a su hermana— le dijo molesto, mientras caminaba de un lado a otro en la habitación.