Petunia... Dursley? JAMÁS

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DÍA 8

Petunia estaba sumamente nerviosa, había hablado con Lily para intentar calmarse, pero ni siquiera su hermana pudo ayudarle. Ese día se había despertado a las 6 de la mañana solo para caminar por su habitación buscando su cepillo, el mismo que sostenía en su mano izquierda.

Para las 8:00 am, ya había encontrado su cepillo y se había preparado, justo a tiempo para que  una maestra de las que acompañaba en el viaje, llamará a su puerta avisándole del desayuno y que en 2 horas partirían para el lugar del concurso. Tomó una bocanada de aire y se decidió a salir, viendo por última vez su atuendo.

Su vestimenta fue el último obsequió que le dio su padre, justamente en su cumpleaños número 16. Un hermoso vestido corte imperio en color negro de tela satinada. Lo usó como una forma de sentirse acompañada por su padre, estaba segura que, de seguir vivo, la acompañaría y le daría la seguridad que en esos instantes le faltaba.

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Amilcares no la acompaño esa mañana, él iría directo al auditorio. Ese sería el último día que la vería, ya que el mentor de la castaña debía regresar esa misma noche, por lo que el plan de que pasarán los siguientes dos días paseando y conociéndose se fueron por la borda. Negándose a arruinar su despedida decidió aprovechar el tiempo para preparar un picnic en los jardines de su casa, para celebrar el triunfo de la joven pianista, pues a él no le importaba en que lugar quedará Petunia, siempre creyó que por si misma ya era ganadora de cualquier cosa.

Es así que en el camino se encontró comprando flores para su amiga, un ramo de camelias unas rojas y otras rosas armonizando el arreglo. Esperando que ella pudiese leer el mensaje implícito en las flores, "su melodia" merecia el mundo 

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Petunia fue la primera en presentarse, la melodía que interpretaría era "para Elisa" de Beethoven, un clásico que había tenido suerte al poder seleccionarlo, aunque no era su única opción. Previamente pensó en interpretar Liebestraum n.º 3 o Gymnopédie n.º 1; pero ninguna le hizo sentir lo que esa melodia.

El auditorio estaba lleno, el ámbiente estaba cargado de tensión y hostilidad. Todos se encontraban presionados y la castaña no era la excepción, su mentor ya no le decía nada como los otros concursantes con sus maestros, ese hombre estaba tranquilo. Contrario a ella que creía que devolvería su desayuno.

En cuanto salió, por ningun lado vio a su amigo, pero ella sabía que estaba ahí, confío en su promesa. Por lo que con movimientos temblorosos se sento en el taburete y comenzó a deslizar sus dedos por las teclas, si bien sonaba como una canción fácil al principio, conforme abanzaba su dificultad aumentaba, se dice que la versión original de esta bagatela era para ser interpretada por una mujer con destreza límitada en el piano, pero al rechazar al autor de la obra este la modificó y metió notas que solo podía interpretarlas alguien diestro en el arte. De ahí deriva la complicación. 

Para Petunia era graciosa la canción  por la historia detrás, tanto así que sonreía mientras hacía la transición, cuando le tocó interpretar las notas rápidas hizo lo mejor que pudo, pero un destiempo se hizo presente en más de una ocasión. Cosa que borró su sonrisa por unos instantes, pero recordandose donde estaba retomo su papel de interprete excelente y continuó hasta que dio fin.

Se puso de pie, ante los aplausos realizó una reverencia  en agradecimiento y con lagrimas en sus mejillas salió del lugar. Lloraba porque no importó cuanto practicó no logró la perfección, lloró porque sintió que decepcionó a su mentor, se avergonzaba de que Amilcares estuvierá entre el publico viendo el desastre; agradecía que su madre y Lily no estuviesen para verla. Limpió sus pocas lagrimas y con la cabeza gacha se acerco a su maestro, este colocó una mano en su cabeza, sin decir nada.