Para mala suerte de Severus, Petunia lo había evitado por mucho tiempo. Ella estaba descifrando todo lo que sentía en ese momento, veía apiladas en una caja, todas y cada una de las cartas que recibió de él, pensando en que finalmente eran amigos, había pensado que este verano sería increíble y volver a verlo le emocionaba, pero después del fallecimiento de su amable vecina todo parecía complicado.
Él le agradaba, le parecía alguien interesante y muy inteligente, quizás no la había perdonado del todo por esos años de hostilidad emitida por ella, sin embargo, parecía que había pasado de página finalmente. Entonces aquel beso, ese maldito beso en un momento de vulnerabilidad, entre más lo pensaba, más sentía que él se había aprovechado de su situación para después simplemente hacerla a un lado, la explicación que él le dio, en absoluto ayudó en algo.
Algo que consolaba a Petunia eran las cartas que recibia de Sirius, cualquiera pensaria que no es de los que escriben cartas, pero así como ella encontro consuelo, él encontró una amiga agradable, pese al incidente de año nuevo, cosa que Petunia aún tenía pendiente charlar con él, pues a su parecer se merece una disculpa sincera, pero no por carta.
Podran preguntarse ¿Cómo es que mejoraron las cosas entre estos dos? Bueno, las deudas pagadas aseguran amistades largas...
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A pesar de la insistencia de Lily porque su hermana y su amigo convivieran, la castaña no se sentía con animos de verlo después de su "agradable" charla y tampoco fue como si Severus la hubiese buscado.
Eran mediados de julio y la menor de los Evans estaba al límite, Severus parecía tan indiferente como siempre respecto a su hermana, pero había detalles que no se le escaparon, como que al mencionar a Petunia su atención, aunque fuera por unos segundos, era total; o que cuando ella caminaba hacia él, este miraba disimuladamente al rededor como si buscase a alguien más.
Es por ello que lo llevó a su casa con ayuda de su padre, pues parecía agradarle el jóven -al menos más de lo que le agrada Sirius- para que finalmente resolviera cualquier diferencia con su adorada Tuney, que en ningún momento quiso contarle porque se distanciaron, cosa que respetó, pero eso no significa que le preocupará menos.—Bien Severus, agradezco que vengas a ayudar a Lily a mover algunas cosas al sótano para ubicar bien el piano de Petunia. —dijo Harrison de manera casual, recibiendo un asentimiento por parte del pelinegro, sabía que era alguien un tanto serio, por lo que no le tomó a mal su falta de respuesta verbal.
Severus podía parecer tranquilo, ignorando constantemente cualquier pensamiento intrusivo que llegase a tener sobre Petunia. Sin embargo, en estos momentos, ansiaba verla y que todo volviera a la normalidad, las cosas no tenían por que ser tan complicadas cuando él solo tenía sentimientos por la pelirroja Evans.
—Papá, el señor Jellinski envío una caja que se había colado en la mudanza, en su carta menciona que también era para mí, ¿sabes donde esta?— Se escucho a lo lejos la voz de Petunia y como poco a poco se acercaba a donde se encontraban los chicos y su padre. Al llegar y ver a Severus, sintió un nudo en el estomago.
—Cariño, esta en la cochera, después puedes ir por ella, Severus vino a ayudarnos a mover las cosas para colocar tu piano— Ante lo dicho por su padre, la castaña se quedó estatica unos segundos y después le agradeció el gesto sin dirigirle más de una mirada.
Durante su tiempo de trabajo, nadie dijo nada, finalmente Harrison se había ido a ayudar a Geraldine a Cocinar dejando a los jóvenes solos en absoluto silencio, cosa que terminó por irritar a Lily.
—¿Qué pasa con Ustedes? Desde que volví ninguno ha querido verse o pasar tiempo juntos ¿Acaso se pelearon y no pueden arreglarlo? —Preguntó exaltada
— Florecita, no te enojes, al menos yo no tengo nada que decir, digo no es como si fuesemos amigos y si Snape quiere decir algo, pues es cosa suya— El tono en el que lo dijo solo hizo enojar a Severus, pues para él había sido complicado enteder que la consideraba una amiga, como para que ella lo negará e hiciera menos todo lo pasado, de una manera tan infantil.
—Bueno si tan solo Evans entendiera que hay cosas que se podrían decir, pero solo a los amigos y como aquí, ni ella, ni yo lo somos, pues lo mejor es callar.
Dicho eso, dejó cualquier cosa que estuviese haciendo para salir de la casa Evans, dejando a las dos hermanas atonitas.
Petunia, no sé dejaría aplastar por lo dicho por el pelinegro, así que salió tras él dejando a Lily, sin saber que había pasado exactamente.
—Puedes parar de una vez, Snape —Gritó la castaña corriendo detrás del jóven que caminaba rápidamente. Quien al oírla empezó a trotar ignorandola —Debe de ser una maldita broma —dijo Petunia para si misma, poniendo más energía a su carrera para alcanzarle
Al final no logró alcanzarlo, hasta que él se detuvo en el mismo lugar en el que se habían besado.
—Para no ser mi amiga, eres muy insistente con querer mi atención.—suelta con acidez el pelinegro
—No te sientas tan importante, Snape. Fuiste demasiado claro con tus acciones para rechazar mi amistad, y que lo que pasó hace semanas solo resultó en algo insignificante para ti. Entonces no sé que esperas de mí —cuestionó molesta
—Evans, yo no te dije algo que implicará un rechazó a tu amistad. Respecto a lo otro, ya te expliqué las cosas, si tu cerebro no quiere aceptarlo, ese es tu problema, en tal caso soy yo el que no sabe que quieres de mí —Espetó ya harto
—Ese es el maldito problema, evades las cosas creyendo que das una respuesta y ¡no es así!
—Sigues siendo tan patética e insufrible como lo fuiste antes de tu accidente, solo que ahora te crees con el derecho de gritarme, únicamente porque te di un poco de atención por lástima ya que te convertiste en una desvalida sin memoria. —sus palabras hirientes, cargadas de veneno hicieron brotar el llanto en Petunia. En esta ocasión él se marchó, dejandola sola y llorando, sintiendo un poco de malestar en su pecho, que por poco le hace volver a donde la dejó y disculparse, pero lo ignoró repitiendose que él es superior a ella como para aguantar berrinches absurdos.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________1062 palabras, les tenía más de 3000, pero me di cuenta que me faltaban un montón de detalles. Entonces me voy a presionar un poco para darles un cierre digno de la adolescencia de mi bebé.
¿Qué les parecio?
A las y los nuevos lectores sean bienvenidas y bienvenidos.
Les agradezco de todo corazón sus comentarios de apoyo y sus opiniones, a veces me hacen reír y otra veces me hacen pensar "ese día si me mame con ese capítulo" JAJAJA
En fin, mil besitos <3
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Petunia... Dursley? JAMÁS
FanfictionLeí de reencarnaciones y transmigraciones, pero jamás imaginé que terminaría de este modo. Una prueba más de que cuando el universo quiere joderte, es que QUIERE JODERTE "Oh mierda, Vernon por favor ya te dije que no saldré contigo, ahora largo" "Li...