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El jueves 26 de diciembre a las 7:14 am el timbre sonaba sin parar. Lily, a mi lado aun permanecia profundamente dormida, por lo que con cuidado de no hacer tanto ruido me levante, ella y yo ocupamos su habitación, pues una vez terminada la cena nos quedamos hablando hasta tarde, y opte por quedarme ahí. El ruido insesante hizo que me moviera con rapidez, pues esperaba que mi familia descansará un rato más, así que, aun en pijama, despeinada y procesando el trauma de despertar temprano en vacaciones, me dirijí a abrir la puerta.

Grande fue mi sorpresa al ver a dos chicos conocidos acompañados por una pareja.

— ¿Buenos días? — Pregunto aun sorprendida por ver a dos de los amigos de Lily, muy sonrientes, en la puerta de la casa

— Buenos días, lamentamos molestar— comento un hombre alto y de cabello rebelde— Los chicos nos dijeron que fueron invitados... pero al parecer no es verdad— Les dedica una mirada seria y ellos pierden su sonrisa

— Señor Potter de verdad fuimos invitados, por Evans.— Mencionó Sirius, afirmando que el hombre es el padre de James Potter

— Si es así entonces, ¿Por qué, si la señorita los invitó, parece confundida de su presencia?— Esta vez habló la mujer, una pelirroja de semblante amable, pero que en este momento parece severa y a punto de estirar las orejas de James. Esa fue mi señal para intervenir.

—  ¡Mis disculpas! Primero que nada me presento, soy Petunia Evans. Soy la hermana de Lily Evans, ella es la compañera de ellos.  A decir verdad, si fueron invitados, solo que no estoy al tanto del horario. Mis padres y Lily aun duermen, sin embargo, son bienvenidos a entrar y tomar el desayuno con nosotros. En un momento llamó a los demás para que se unan a nosotros.— mencionó de manera rápida, mientras pienso que sería adecuado para cocinar y que este de manera inmediata.

— Agradecemos la invitación, pero no queremos molestar, lo más apropiado es retirarnos y volver en otra ocasión— La mirada de los chicos se llena de decepción y antes de que pueda decir algo la voz de Harrison se escucha detras de mí. 

— No es ninguna molestia, además qué mejor forma de iniciar una mañana que con compañia agradable. Por favor, entren y ponganse comodos, en unos minutos bajan mi esposa y Lily— Ante la intervención de papá, el señor y la señora Potter se miran entre sí y, en una aceptación silenciosa, deciden entrar a nuestra casa. 

Lily y Geraldine venían bajando las escaleras, ninguna vestia su pijama, solo Harrison y yo desentonabamos en el lugar, ambos con una pijama, pero a él le cubría su bata, lo que le salvaba, en cambio yo seguía en mi momento más fachoso del día.

Mi florecita se acerco al señor y la señora Potter dando un saludo matutino y realizando las presentaciones pertinentes, para finalmente dirigirse a los dos gryffindors que observaban todo a su al rededor. 

— James, Sirius ¿No vendrían por la tarde acompañando a Alice y Marlene?— Preguntó inocentemente, la señora Potter, quien se presentó como Euphemia, miro a los chicos con evidente molestia

— James, nos dijiste que los citaron a las 7 de la mañana, jovencito... —  Aunque sonaba melosa, denotaba el peligro de la futura reprimenda que recibiria James

Madre interevino en favor del chico que ya empezaba a verse nervioso—  No hay problema con la hora, yo les había extendido una invitación sin establecer horario y debierón confundirse. Así que esta bien, siempre son bienvenidos.

Ante eso dicho, le ofrecí a papá hacer el desayuno, si bien había perdido mis recuerdos de quien soy, mis habilidades culinarias parecían intactas, por lo que ellos podrían atender a los invitados en lo que yo ponía manos a la obra, antes de entrar en la cocina, pude ver a Euphemia enfrascarse en una charla con Geraldine; Harrison se llevo al señor Potter, quien pidió ser llamado por su nombre: Fleamont;  los chicos se encontraban hablando con Lily (que más que una charla parecia una discusión pues ella parecia estarlos regañando).

Petunia... Dursley? JAMÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora