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Hogwarts

30 de noviembre 1975

Sirius dejó de mandarle cartas a Petunia ya que "él era un Black y no se le podía menospreciar así, menos por un peligrasiento", o al menos eso fue lo que le dijo su buen amigo Peter Pettigrew. Aunque quisiera pedir a Evans que le escribiera a su hermana de su parte, pues es bien sabido que jamás ha dejado sin cartas a su hermanita.

James y Remus no estaban al tanto de lo que en realidad pasaba por la cabeza de su amigo Black, en ocasiones lo llegaban a ver más serío e incluso se negaba a jugar ciertas bromas inofensivas al viejo Slughorn.

Quisieron preguntarle que le pasaba, pero con la proxima luna llena a inicios de diciembre y la vuelta a casa, había detalles más importantes por cubrir. Además de ciertos avances en su amistad con la pelirroja por parte de Potter, en un par de ocasiones recuerda haberle mandado una nota en las cartas de Lily pidiendole permiso para salir con la linda pelirroja.

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La razón de que Sirius Black se encontrará particularmente controlado se debía a que entre él y colagusano estaban planeando la broma que el jóven Peter nombraria "serpiente al pozo". Black sentía un poco de retisiencia a hacerlo, pero la insisitencia de su amigo, su arrogancia por la juventud y el constante recuerdo de que fue hecho de lado por el peligrasiento le jugaban en contra a la razón.  Sobra decir que bajo ninguna circunstancia ninguno dimensionó las consecuencias de ello, desde poner en peligro la vida de Snape, hasta arriesgar la integridad de un buen amigo.

El plan era muy sencillo, le contarían como entrar a la casa de los gritos para que viera a Remus en su forma de hombre lobo y se llevará el susto de su vida, pero absolutamente no contaban con que las cosas fueran a salir mal.

Las cosas pasarón tan rápido que de no ser por James, Severus Snape sería comida de gusanos y Remus probablemente terminaría en Azkaban. Después de lo acontecido, ni los merodeadores, ni Snape dijeron algo, salvo por la reprimienda que recibieron Canuto y Colagusano, misma que fue dada por su Remus y sorprendente e inesperadamente por James. La actitud mostrada, por los orquestantes de tal "juego" rayaba a lo monstruoso, pues no parecía mínimamente preocupados por la integridad de un ser humano, aunque este fuera Severus, el bicho raro que leía sobre artes oscuras.

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15 de diciembre 1975 King Cross

Snape estaba harto, había llegado al límite de su paciencia con los cuatro Gryffindor. Estaba cansado de las humillaciones y agresiones que recibia por esos arrogantes leones, sobre todo por ese estúpido Black y ese cerdo de Potter. Por lo que cuando Lucius Malfoy le hablo de un selecto grupo de magos que apreciaban las artes oscuras y el poder de los magos, mas allá de los fanfarrones como James Potter, acepto formar parte sin pensarlo dos veces. Creyo que finalmente alguien había visto su potencial y estaba fascinado con la idea de aprender más, extender su conocimiento y finalmente, una vez fuera del colegio, hacer uso de él.

En el camino a casa, evito a toda costa cualquier Gryffindor, eso incluyendo a su amada pelirroja. Por lo que ni siquiera acordaron verse en esas vacaciones. En cuanto a la que él consideraba su mascota muggle, le había dicho que se reunieran en visperas de navidad, si él quería ser superior debía dejar de lado sus jueguitos absurdos, que comenzaban a aburrirle.

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Petunia... Dursley? JAMÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora