Por ella |URUSEI YATSURA|

La charla

Anuncio importante: sólo el capítulo pasado estaba narrado desde la óptica de Shinobu, en adelante tendremos a Ataru como el protagonista que es y que siempre ha sido en palabras de Rumiko

El timbre del final del día llegó y con mucha prisa de descubrir el estado emocional de Lum, Ataru tenía la intención de comenzar a correr con todas sus fuerzas en dirección a su casa cuando de manera brusca, casi como un golpe, una mano en su pecho lo detuvo

-Quiero hablar contigo

Ataru en verdad quería, no, necesitaba ver a Lum, tenía miedo de haber cruzado la línea y de hecho podría decirse que se encontraba esperando su castigo de manera consciente y no únicamente resignada, sabía que lo merecía en esta ocasión.

-Shinobu-tomó su mano con pose idiota- me halaga tanto que quieras que tengamos una cita pero ahora yo...

- Nadie dijo que quería una cita, siéntate-ordenó con voz firme señalando una banca

No supo si fue su tono de voz, su gesticulación fría o el hecho de que estuviera agarrando su cabello en una coleta mientras resoplaba lo que le erizó la piel; parecía una mujer lista para el combate, una mujer que se estaba preparando para patearle el trasero de una manera en que únicamente ella podía.

-¿A qué demonios estás jugando Ataru?

Ataru se sorprendió al ver cómo Shinobu abandonaba su disfraz de niña tierna tanto en el timbre de su voz que perdía su infantilismo característico, su lenguaje no verbal de ataque contrastando con la delicadeza usual de su corporalidad y sobre todo, el abandono del uso de los honoríficos que hacían de ella la niña perfecta y pura.

-Shinobu...

Ataru oscilaba entre la confusión y el terror mientras intentaba buscar una excusa para escapar del preludio que se sentía anterior a su inminente muerte, podía imaginar a Shinobu en estos momentos como un shinigami que venía por él a consecuencia de sus pecados.

-No, a mi no me vengas con "Shinobu"-atacó la chica imitando de forma idéntica la voz temblorosa de Ataru-es hora de que alguien te hable con verdades y que tú también hables verdades

Ataru se quedó en silencio sintiendo poco a poco como algunas partes de su rostro comenzaban a latir al compás de su reciente taquicardia.

-¿Qué demonios quieres? Dime qué estás buscando con todo este papelito del imbécil

-No se de que m...

-No me vengas con mentiras a mi Ataru que te conozco desde que somos niños ¿recuerdas?

-Claro que lo recuerdo, fue en el kinder cuando nos hicimos amigos

-O al menos así empezamos, siendo amigos

Ataru percibió su rostro enrojecer y sintió la imperiosa necesidad de desviar la mirada; sabía lo inepto que era para hablar de su relación con Lum, especialmente frente a ella. Pero Shinobu llevando la "charla" hacia el sendero peligroso de su relación pasada es algo que también le ponía en un estado de nerviosismo puro, especialmente porque tenía mucho tiempo sin pensar en ello y a veces casi olvidaba lo que había sucedido entre ambos.

Mirando a Shinobu de esta manera Ataru llegó a una cómica conclusión que aliviaba (momentáneamente) su estado de estrés actual, las mujeres de las que se había enamorado compartían la característica de ser tan femeninas y dulces a la vez que terroríficas y poderosas. Muy pronto el descanso cómico mental se desvanecía mientras caía en cuenta de lo que estaba aceptando en su mente, el haberse enamorado de ambas, de Shinobu y de Lum.

El enamoramiento con Shinobu surgió de manera casi inmediata cuando eran niños, podía decirse que de parte de ambos, aunque el constante interés de Ataru por las otras niñas ponía una barrera platónica entre ellos que los mantuvo satisfechos por mucho tiempo. Ataru sabía que Shinobu le gustaba más que las otras niñas, se sentía de manera diferente con ella y sin duda tenía un lugar especial en sus pensamientos, es por ello que siempre le dio un trato "preferencial" menos lascivo que con las otras.