Una carta

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Ataru despertó en sobresalto después de (otra vez) un desagradable compendio de sueños que mostraban los recuerdos descubiertos exigiendo ser atendidos. Su versión presente y consciente sabiendo que no había espacio para ello en contraparte con el sufrimiento aplastado y de antaño de su ser que no quería ser de nuevo ignorado

"Tal parece que los rumores eran ciertos, una vez que visualizas el elefante rosa de la habitación no puedes dejar de verlo" pensó mientras se limpiaba el sudor de la frente con la mano preguntándose por qué traía puesta su ropa formal.

Recordando brevemente lo acontecido la noche pasada, quiso comprobar mediante un análisis cronológico de hechos que no había cometido ninguna estupidez de la que pudiera arrepentirse.

-¿Lum?- preguntó pausadamente mientras se daba cuenta de su ausencia

-Darling, estoy en la ducha, espera un momento- se escuchó algo lejana

Ataru, en vez de ponerse nervioso se preguntó cuánto tiempo llevaba él sin tomar un baño mientras por primera vez analizaba el enorme espacio donde se encontraba. Poniéndose de pie recorrió cuan amplia era la habitación de Lum que estaba francamente repleta de artefactos desconocidos, armados y desarmados demostrando el gran interés de la chica por la ingeniería.

Sin rastro de objetos que parecieran conocidos para Ataru, casi volvió a tumbarse en la cama cuando por encima de una máquina que se veía algo escalofriante, encontró algo parecido a un cuaderno que llamó su atención.

Al abrirlo comprobó que se trataba de un diario infantil de Lum, quiso dejarlo tratando de respetar la privacidad de la chica pero la reciente habilidad desbloqueada de sentir un importante deseo por saber más de ella, lo impulsó a hojear pausadamente  el diario.

Sonrió al leer que Lum tomaba ese diario como una bitácora de experimentos y de sustancias más allá que un anecdotario; eran pocas las hojas en que se relataban algunos  sucesos de su vida cotidiana, casi todos protagonizados por ella y Ran metiéndose en problemas.

De manera inesperada, algo en el contenido del diario llamó la atención de Ataru, se trataba de un dibujo con una breve descripción: "Esta soy yo y mi futuro esposo que será todo aquello que soñé"

Emoción y estupor al comprobar que de hecho,  él era parecido a lo que Lum dibujaba en ese entonces como su marido. Los trazos infantiles esbozando torpemente a un hombre de cabello marrón alborotado y grandes ojos expresivos; con la única diferencia de que ese hombre usaba un traje con el típico estampado de tigre "pero no parece tener cuernos" se dijo internamente.

Ataru se encontraba un tanto desconcertado pero feliz al cabo, sintiéndose de pronto ligeramente más seguro sobre sí mismo y su capacidad de hacer feliz a Lum

-Darling- llamó Lum envuelta en una toalla y con otra enrollada en su cabello, evitando que Ataru comprobara su color- dejé todo preparado para que tomes tu baño, únicamente tienes que indicarle por voz a la computadora cómo quieres el agua, también dejé toallas y tu ropa para que puedas vestirte

Ataru se encontró intrigado por la actitud tan natural en la que Lum hacía y decía todo esto, recordando que en la Tierra todos estos tipos de contactos le hacían sentir incómodo y ansioso principalmente porque percibía a Lum demasiado insistente, demasiado sugestiva.

Se preguntó si realmente se lo había imaginado, si se trataba de su cerebro traumatizado haciendo gigante lo que era en realidad bastante simple e inocente. También pensó que en realidad todo había cambiado muy rápido en poco tiempo, incluido él mismo.

-Gracias Lum

Después de bañarse y encontrarse fuera a una Lum completamente vestida y con una charola de desayuno preparada para ambos  pensó silenciosamente en aquel nuevo hallazgo de que realmente vivían como una pareja casada, quizás  desde mucho antes de lo que pensaba.

Por ella |URUSEI YATSURA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora