Bienvenidos a Gut

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-No hagan estupideces- susurró Shutaro Mendo, vestido ahora con un bellísimo y elegante montsuki mientras Ran a su lado y habiendo teñido su cabello con una tintura negra, usaba un precioso kimono. El resto del equipo, también había adecuado su apariencia en función del papel que representaban.

Ataru, sintiéndose algo incómodo e inadecuado fuera de sus camisas modernas y formales, caminaba con dificultad con aquel traje típico japonés que Mendo había escogido para él, entendiendo también que resultaba una infantil venganza que su atuendo luciera muchísimo más cómodo y elegante.

La compuerta de la nave se abría lentamente mientras ante ellos aparecía Gut, el hogar de los Gag, seres antropomorfos bastante similares a un humano promedio, con la única diferencia de que sus pieles lucían en extremo sensibles ante el sol, obligándolos a usar en aquel lugar desértico, enormes capas de algodón con algunos orificios para protegerse.

-Shutaro Mendo- un hombre encapuchado hacía una ligera reverencia- es un honor tener a nuestros nuevos amigos terrícolas aquí

Junto a aquella figura, se encontraba una mucho más pequeña que también se inclinaba en un respetuoso saludo a los recién llegados.

-El honor es nuestro- respondió con un tono increíblemente diplomático que recordó a todos la posición de poder del heredero- me acompaña mi prometida Ran, el equipo médico que le comenté, mis asistentes personales, y por supuesto, el campeón y su esposa.

Ataru se sintió nervioso al ser presentado de aquella manera,  especialmente al notar que aquella figura se detenía con demasiado interés en el análisis de su persona.

-Con que este humano es Ataru Moroboshi- empezó con un tono serio- es increíble por fin conocerlo- retomó rápidamente modificando su voz hacia un tono más amable.

El cambio no pasó inadvertido por el joven que tuvo que controlar la mueca de desagrado, impulsado por el ligero codazo que su "esposa" le daba.

-Qué descortés de mi parte tenerlos bajo el rayo del sol, permítanme un momento- llamó con un extraño chiflido a un enorme ser parecido a un pterosaurio, dejando a todos los presentes impresionados.

-Me imagino que en la Tierra no tienen ejemplares de fauna gigante- dijo el hombre en un tono que tanto a Ataru como a Mendo les pareció sospechoso.

-Los tenemos- mintió Mendo mientras ayudaba a Ran a subir a la espalda de aquel animal gigante

El hombre no dijo más mientras con otro chiflido daba la orden al ente volador de llevarlos hacia el palacio real. El equipo estaba claramente tenso, algunos arrepintiéndose de haber accedido a tal misión que hasta el momento parecía normal pero que pronto podría convertirse en suicida.

-Señor- susurró Sakura a Mendo- los latidos de su corazón están incrementando de manera sospechosa- hizo un énfasis en la última palabra

-Gracias Sakura- respondió entendiendo el mensaje- llegando a nuestro destino, tomaré mi medicina.

Por su parte, Cherry rezaba en silencio, consiguiendo que su poder espiritual se esparciera por el lugar, rodeando a todo el equipo que no podía ver o comprobar aquel enorme esfuerzo que el hombre hacía, excepto Sakura que miraba con compasión a su tío.

En un tétrico silencio, los representantes de la Tierra fueron llevados hacia un enorme castillo que parecía elaborado de arena, encontrando que en su alrededor volaban o corrían especies gigantes que dejaban muy por detrás aquellos fósiles de mamuts de los museos.

Todos intentaron mantener la calma, mientras a su manera, cada uno se preparaba para una huida o ataque, especialmente Ran que había guardado bajo su ropa un sinfín de armas.

Por ella |URUSEI YATSURA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora