Asamblea

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-Rei- Lum se acercó al que fuera su primer amor con total naturalidad a pesar de su temible aspecto- ¿Tienes detalles?

Ataru contempló cómo Rei se convertía de nuevo en un oni antropomorfo y de la bolsa de su ¿capa? sacó dos relojes amarillos idénticos a las que usaban el padre de Lum y los miembros del consejo. Rei se encontraba usando una coraza con hombreras mucho más compleja que la del rey y de  Meleron a la par de un casco parecido al que Lum usaba en Setsubun, también llevaba brazaletes de hierro y una capa negra con rayas amarillas que a decir verdad lo hacían lucir demasiado serio.

Lum le extendió a Ataru uno de los relojes amarillos mientras ella apretaba con dificultades un botón

-¿Esto es para mi?- preguntó Ataru inseguro

-Claro ¿para quién más?

Mientras tanto, Rei se alejaba del marco de la puerta algunos metros para limpiar su rostro con un bote de agua que también hizo aparecer de su capa haciendo que Ataru se preguntara si ese artefacto tenía la misma capacidad de guardar todo como el bikini de Lum. Ten por su parte, aún sin perder el brillo en sus ojos continuaba al pie de la cama de su padre atento a cualquier cambio.

-Papi- habló Lum al reloj presionando por fin el  botón- ¿están todos bien?

-Hijita- la voz del rey proveniente del aparato- estamos bien, el ataque únicamente se produjo en el piso 15, por suerte Rei se encontraba algunos niveles por debajo. Maldita sea-se quejó frustrado- este ya no es un lugar seguro, vamos a tener que evacuar, esperen ahí y no se separen de Rei.

-De acuerdo.

-Rei, um, gracias- mencionó Ataru aún sorprendido por ver la verdadera naturaleza de aquel que consideraba únicamente una estúpida vaca.

Rei lo miró fijamente y Ataru no pudo decodificar su expresión plana usual, sabía que no existía ni cerca de una camaradería entre ellos y entendía por qué, por ello después de su silencio únicamente le dio la espalda enfocándose en Lum y Ten

-¿Todos están bien?

-Todos excepto ese soquete- Ten señaló al médico electrocutado en el suelo.

Pasos acercándose distrajo al grupo que mucho más relajados adivinaron que se trataba del rey Oki, la reina Leila y el consejo principal.

-Hijita mía-la madre de Lum siendo la primera en escucharse mientras Lum a toda prisa gritó

-Espera mamá, espéranos afuera.

De pronto Ataru recordó la situación en la que estaban y pudo notar que en realidad Rei nunca entró a la habitación y fue Lum la que salió a brevemente por los relojes. También cayó en cuenta de que aún usaban aquellos trajes y que probablemente el ambiente tan cuidadoso que cuidaban para el padre de Ten quedó en segundo plano.

-Hija- gritó el rey Oki- quítense los trajes y salgan, aquí afuera tenemos un equipo neptuniano que entrará a hacerse cargo de Oten para que todos podamos ser trasladados

"¿Trasladados?" Pensó Ataru mientras con rapidez se quitaba el traje en el área de vestimenta.

Apenas los 3 salieron, ingresaron a la sala un grupo de ahora 6 hombres equipados con un traje mucho menos estorboso pero igualmente de protección, no parecían onis, Ataru había aprendido en las pocas horas que llevaba en Oniboshi que la mayoría de los onis compartían características físicas  comunes además de los obvios cuernos de su cabeza. Recordó entonces que los llamó neptunianos por lo que seguramente eran personas del planeta de Oyuki.

-Este lugar ya no es seguro-anunció el rey Invader con evidente frustración- supuestamente estuvimos guardando las mejores medidas de seguridad ¿cierto Uno?

Por ella |URUSEI YATSURA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora