En todas mis vidas

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-¿Por qué no me dijiste que tenías algo así?

-No me acordaba- respondió con honestidad- ahora me siento estúpida por no haberlo usado antes

Ataru se rió porque se sentía de la misma manera, nunca le había preguntando si tenía algo así en los múltiples artefactos que cargaba siempre en su bikini. Aún así, la vergüenza de ser escuchados por Benten le importaba cada vez menos, quizás en efecto, se estaba haciendo cada vez más cínico.

Un pequeño interruptor recargable estaba dispuesto en la puerta de la enorme y lujosa habitación de la residencia Mendo, al activarlo, este impedía que los sonidos del interior fueran escuchados. Shinobu e Inaba habían partido, Shutaro llevó a su habitación a Suug y después, dirigió a sus amigos a una suite lujosísima que hizo que Ataru brincara sobre la esponjosa cama.

Lum se las arregló para buscar junto a la mesita el reloj comunicador, comprobando que era cerca de media noche. El plan dispuesto para el día de mañana estaba listo, visitarían todos los museos, universidades y recintos educativos y culturales donde existiera información de los onis; Mendo se había ofrecido a prestarles uno de sus helicópteros para hacer más ágil la actividad.

-¿Qué hora es?- preguntó Ataru

-Apenas las doce

-Ah- contestó con simpleza

-¿Esperabas que fuera más tarde?- solicitó divertida

-Hey- se defendió sonrojado- déjame en paz

Lum le sonrió abrazándolo con mayor fuerza

-Estoy bromeando, al final, si es tan "temprano" es bastante culpa mía- le guiñó el ojo

Ataru sintió que todo su interior se hacía ligero, que quería flotar en ese mismo instante; también percibió un ligerísimo calentón que no era suficiente para que esa parte de su cuerpo exigiera de nuevo atención de parte de una sensual oni que parecía adorar lo sensible que era ante ella

-Eres increíble- le dijo abrazándola con mayor firmeza- y lo mejor, cumples cada una de mis fantasías sin siquiera decírtelas

-¿En serio?- solicitó emocionada

A diferencia de Ataru, ella no preguntaba si le había gustado o si era buena después de cada actividad sexual; agradecía no tener ningún trauma que la hiciera confundirse, aunque honestamente, dudaba bastante que pudiera ignorar las maravillosas muestras y evidencias de que de hecho, su prometido sí estaba complacido con sus atenciones e interacciones

-Sí- murmuró mientras daba cortos y ligeros besos en sus mejillas

-Tu también las mías- aunque estaban diciendo algo como eso y también estaban desnudos, ninguno parecía especialmente encendido, acostumbrados completamente a la intimidad post erotismo

-¿Las sexuales?

-¿Es que hay otras?

-Claro, bueno, en mi caso...- sintió un poco de pena- tengo además fantasías románticas

-¿Qué dices?- una sonrisa enorme la acompañó- ¿Ataru Moroboshi es un romántico empedernido que está bastante lejos de la imagen indiferente que intentó darme por años?

-¿Tu nuevo lenguaje del amor es burlarte de mi?- frunció el entrecejo

-Claro que no Darling- lo acarició- siempre lo supe, eres todo lo que soñé

Ataru no respondió, únicamente continuó entregado a la sesión de caricias y abrazos que lo hacían sentir increíble ; no sabía si era el trauma o en efecto su corazón que siempre fue muy sensible, pero el placer psicológico de hacer este tipo de cosas con ella era equiparable al sexual; lo llenaba de una forma muy distinta pero igualmente satisfactoria.

Por ella |URUSEI YATSURA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora