Usualmente era la última en despertar, algo que no esperaba dado la dinámica en la Tierra donde los roles eran opuestos en la mayoría de las situaciones en contraste con la actualidad, despertar a Ataru en la Tierra por órdenes de su madre para ir a colegio era una rutina divertida, no lo iba a negar, pero despertarlo en las pocas ocasiones en que podía en su vida en Oniboshi, era además de divertido, muy emocionante.
Considerando la postura en la que había despertado, imaginó un par de mofas que genuinamente ambos disfrutaban, por más irreal que pareciera, su prometido tenía un sentido del humor todavía más ácido del usual cuando se trataba de bromas sexuales, siendo congruente y acorde con su retorcido pero a la vez, seductor libido exigente que había aprendido a amar como cada parte de su ser.
A pesar de toda la planeación, fue incapaz de gastarle ninguna broma, quizás por el hecho de que su respiración pausada y tranquila la hizo sonreír, o probablemente fue la suavidad de su piel trigueña bajo sus palmas que viajaron pausadamente hacia sus hombros, encontrando el soporte suficiente para comenzar a dar pequeños besos sobre la amplia espalda. El romance, momentáneamente salió triunfante; el escenario actual promovía que la ecuación constante en muchas ocasiones fuera sintónica con aquella sensación.
Pudo escucharlo gemir, no precisamente de placer, sino como el anuncio adormilado que le hacía saber que estaba logrando su cometido. Aprovechó esta oportunidad para hacerlo girar levemente hasta que su cuerpo quedó boca arriba en el colchón; aún tenía los ojos cerrados, empero, una pequeña sonrisa la motivó a continuar en el camino de sus labios, que pronto se encontraron con zonas distintas, afortunadamente, ninguna desconocida, nada de él en este punto le resultaba ajeno.
Ataru estaba entre dormido y despierto, permitiendo que sus sentidos se encendieran paulatinamente, disfrutando también del espacio que le permitió un descanso de más de 8 horas por primera vez en mucho tiempo. Después de un rato de recibir la atención de Lum y sintiéndose completamente espabilado, entreabrió los ojos, enfocándose en lo único que alcanzó a ver de ella, la coronilla del brillo multicolor y los cuernos.
-¿Tan temprano y tan caliente?- susurró divertido reprimiendo lo mejor que podía su verdadera reacción, alentado por algo que le daría mayor goce en el futuro inmediato
Lum no contestó, estaba mucho más enfocada en la tarea, empero, la dinámica usual quiso activarse, dándole tregua a medias optando por un movimiento distinto al que inicialmente trazó, aquel que le daría sin duda la victoria. En vez de continuar hacia el sur, permaneció en la zona superior, utilizando los recursos en los que conocía que era vulnerable; para su sorpresa, no llegaron las evidencias sonoras que esperaba.
En este punto, no sabía si él estaba jugando, si por el contrario, se había quedado de nuevo dormido o si algo distinto había sucedido, por lo que, curiosa, elevó su mirada hasta hacer el usual contacto visual matutino que dio pie al inicio de la comunicación mental.
"Buenos días"
"¿Dormiste bien?"
"Excelente" respondió mientras de un movimiento terminó por posicionar toda su persona sobre su cuerpo
-¿Tan temprano y tan caliente?- habló con su voz real, repitiendo la misma frase que él le había dicho minutos atrás
-Qué va, no quieras proyectar en mi tus intenciones
Lum arqueó una ceja al mismo tiempo que se acomodaba mejor en aquella posición en la que estaba, encontrándose a punto de cuestionar lo dicho dado la evidencia palpitante de la mentira rozando sus pliegues, empero, él ganó ventaja en el asunto al preguntarle la hora para después esbozar una facie pensativa
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Por ella |URUSEI YATSURA|
FanfictionUna extraña e incómoda conversación con Shinobu hace que Ataru reflexione sobre los límites de su comportamiento y que un conocido temor se convierta en algo más real de lo que había pensado. Historia post manga, clasificación +18 por los temas abor...