Por ella |URUSEI YATSURA|

Aquí estoy

-Embajadora Oyuki- habló finalmente el rey Oki después del comentario de la reina neptuniana a su hija que fue recibido por un asentimiento silencioso de varios de los presentes- tal como lo ha mencionado mi hijo Ataru, no existen reglas en el tratado que impida que nuestros amigos decidan por su propia voluntad protegernos

-No, no las hay, siempre y cuando las funciones se reserven a planes de seguridad y protección y no de ataque

-También decidimos tomar la oportunidad de OPPE para realizar la investigación pertinente ¿qué es lo que necesitamos para empezar?

Los participantes se sumergieron por dos horas más en una charla un tanto más política que a Ataru le costaba comprender por completo, especialmente porque ahora se discutían elementos desconocidos para él, al menos en la versión espacial de su concepto,  como lo son la economía, el esparcimiento de sistemas, las zonas restringidas y finalmente llegó aquel concepto elemento que aún no entendía.

-Rey Oki- comenzó Oyuki- ¿firmará usted los acuerdos de la asamblea de hoy con el título nobilario de Oniboshi o con el de emperador invasor?

Ataru intentó estar lo más atento posible a la conversación pues aún no captaba del todo la diferencia entre ambos.

-El nombre de emperador no es un título legal ni ningún cargo obtenido por las reglas intergalácticas oficiales- respondió el rey Oki

-Lo sé- respondió Oyuki- sin embargo sí es relevante para la comprensión de lo aquí sucedido. Es mucho más probable que si alguien quiere atacar a su familia sea por sus funciones como emperador invasor que por su título nobilario en Oniboshi.

El rey Oki ya había pensado que seguramente el enemigo formaba parte de la narrativa de su historia como invasor y no de sus funciones como el rey de un planeta.

Todos los presentes murmuraban haciendo hipótesis personales mientras Lum por debajo de la mesa tomaba la mano de Ataru que le respondió apretando ligeramente su agarre.

-¿Tienen algún registro de los planetas y sistemas que han podido invadir y aquellos que no?

-Sí, sin embargo es algo que empecé a hacer hace aproximadamente 20 años, ni mi padre ni mi abuelo dejaron información sobre ello- acotó el rey Oki.

-Funcionará por ahora que pudiera hacer llegar esa lista a mi asistente personal para iniciar con la investigación

Ataru pensó que era bastante lógico que alguno de los planetas invadidos por el padre de Lum se tratara del enemigo, no obstante, se preguntó por primera vez qué hubiera pasado si él no hubiera ganado ese juego ¿qué es lo que realmente hubieran hecho los onis con la Tierra?

Lum comenzó a ponerse realmente ansiosa pues no deseaba que ese tema se abordara frente a Ataru que con una base de creencias y valores forjadaos en la Tierra, seguramente veía a mal la actividad principal de los onis, la invasión de otros planetas y sistemas.

Siempre con miedo del rechazo de su querido Darling, Lum se imaginaba que en la mente de Ataru la invasión a la Tierra era un evento aislado mientras que para ella y su familia era una forma de vida, una actividad ligada de hecho a su adn como recuerdo de sus antecesores.

La naturaleza de un oni era la de dominar, estaba en su biología misma, es por eso que la mayoría poseía un carácter explosivo y que por ello mismo le resultara tan enloquecedor (al menos en un principio) soportar la infidelidad de Ataru pues en Oniboshi era incluso una excusa para que legalmente pudieras ser ejecutado por tu pareja.

De nuevo temerosa de que Ataru descubriera esos aspectos especiales de su raza no notó cuando sus manos empezaron a sudar bajo la mano de Ataru y comenzó a mover los dedos de manera nerviosa.