"Anhelo", guarda para desatar una tormenta de emociones que solo se intensifica después de haber recorrido las páginas de "Prohibido".
Los caminos de Alena Russell y Alexander Hoffmann se cruzan una vez más, luego de años en que la vida los ha separ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aeropuerto-Washington D.C.
—¡Tito! —exclama Juanito emocionado alzando su manita para saludar a su abuelo.
—¿Cómo está el hombrecito más guapo de todo el mundo? —pregunta mi padre, acercándose con los brazos abiertos para recibir a Juanito.
—Cuidado con su brazo —le advierto, y mi padre asiente con una sonrisa, avanzando para depositarme un beso cariñoso en la frente.
—Tito, bien, pero mira, me fracturé el brazo, ¿verdad mami? —inicia Juanito con entusiasmo.
—Sí, mi amor, te fracturaste el bracito, pero fuiste un hombrecito muy valiente —contesto con ternura, mientras mi padre lo examina con cuidado, asegurándose de que está bien.
—¿Cómo sucedió?
—Me encontré con la princesa Azul, es muy, muy, muy, muy, muy bonita —explica Juanito, extendiendo sus manitas en el aire para transmitir la idea de su belleza.
Y no puedo evitar sonreír ante su descripción, porque para él, la princesa Azul es lo más hermoso que existe.
—¿Princesa Azul?
—Alexa —le aclaro, y mi padre me mira con curiosidad.
—¿Ella volvió?
—Sí, algo así —contesto, sintiendo una suave melancolía al pensar en ella.
—Bueno, ya me contarás más tarde. Ahora quiero ponerme al día con este hombrecito valiente —responde mi padre, comenzando a jugar con Juanito.
Los observo interactuar, y aunque ha pasado tiempo desde que el y yo nos reconciliamos, todavía me cuesta creer que estoy viviendo este momento. Ver a mi padre siendo cariñoso con Juanito me llena el corazón de emoción. Mis ojos se humedecen ligeramente al recordar el día en que finalmente pudimos hablar con sinceridad y sanar las heridas del pasado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hace dos años.
—¿Y entonces no pudiste ir a encontrarte con ella?