Capítulo 19

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Tokio - Japón

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Tokio - Japón.

La noche cubre Tokio con su manto oscuro. Jack y Viktor se adentran en uno de los territorios más peligrosos de la ciudad. La casa tradicional japonesa se alza majestuosamente en medio de un jardín zen meticulosamente cuidado. Farolillos de papel iluminan el camino que los conducen hacia la entrada, donde una docena de guardias vestidos de negro los esperan con expresiones inquebrantables.

Jack camina con determinación, pero su mente no está aquí, sino en Samuel, sus ojos, su mirada entristecida cuando partió no lo abandona, odia haberlo dejado solo pero no quedo de otra, se vio obligado a dejarlo atrás en la organización al cuidado de Lief.

«¡Concentrate maldita sea!» Se regaña, sabe que Kenichi es un hombre que no le gusta perder el tiempo, debe ser ágil y cerrar el nuevo trato con los nuevos costos que impuso la bestia.

El líder de la mafia, Kenichi Shinoda, un hombre de presencia imponente y mirada fría, los recibe con una reverencia respetuosa.

—Bienvenidos —dice en su idioma en un tono que no oculta su autoridad. La tensión en el aire es palpable.

—Kenichi Shinoda, un placer conocerlo. Soy Viktor, a Jack ya lo conoce, seré el traductor oficial —se presenta Viktor tratando de mantener la calma, ya que jamás había estado presente en una negociación.

—El placer es mío —responde Shinoda con una sonrisa sutil—. Como saben, estoy interesado en su carga, el mercado está siendo competitivo y nos estamos quedando sin armas, obvio ningunas se comparan a las armas de última generación que traen de parte de La Bestia.

—Así es —confirma Viktor con voz firme—. Tenemos la mercancía que busca, pero el señor Jack comenta que eso le costara.

Shinoda los mira con agudeza, no sé esperaba que los costos subieran pero sabe el alcance que está teniendo la bestia, es mejor estar de su lado que en su contra así que asiente y hace una señal con la mano, indicando que les signan. Se adentran en la casa, cuyos pasillos están decorados con obras de arte impresionantes y adornos tradicionales. La belleza de los detalles contrasta con la atmósfera tensa que los envuelve.

Finalmente, llegan a una habitación donde un elegante servicio de té japonés aguarda. Shinoda toma asiento en uno de los cojines y los invita a hacer lo mismo.

—Hemos sido leales a La Bestia durante mucho tiempo. Entendemos que su organización es estricta en cuanto a la seguridad —comenta Shinoda, sirviéndose más té—. Por eso, como muestra de su compromiso, hemos aceptado inyectarnos su famoso suero, eso sí, lo haremos con la condición que en esta parte del continente seamos la única mafia a la que le surtan.

Viktor le traduce a Jack quien se burla en la cara del mafioso, sus hombres se tensan, pero Jack no sé inmuta a pesar de los superan en número, trae a los nuevos pero sabe que uno de ellos es capaz de asesinar a 3 de los hombres del japonés.

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