Capítulo 8

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LALI

Lali: ¿Puedo quedarme hoy?

Agustín: Claro que puedes. Sabes que aquí no hay ningún problema.

Lali: Ay...me muero de vergüenza, nene.

Agus: La verdad no fue muy bonito lo que hiciste.

Lali: No podré mirarle a la cara – Apoyé la cabeza en la almohada.

Agus: Es tu hermano, no te alejarás de él.

Lali: No lo sé, bebé. Pero no lo sé, es mi hermano. Imagínate que llevas a Luis.

Agus: No, no es una posibilidad. Él sigue siendo mi hermano.

Lali: Eso es, bebé. Pedro es mi hermano. Ni siquiera puedo imaginarlo duchándose, imaginarme teniendo sexo con él – susurré.

Agus: Reina, no tienes otra opción, tendrás que enfrentarlo. Y cuando llegue ese momento, lo tratarás como siempre lo has hecho. O sea...

Lali: Bastante mal. - Completé.

Agus: ¿Por qué te molesta tanto a tu casa?

Lali: No me gusta esa casa. Tiene una atmósfera muy negativa.

Agus: ¿Y tus padres qué tienen que ver con eso? ¿Y tus hermanos?

Lali: Sabes que... Manuela no me gusta, ¿verdad?

Agus: La niña es una niña Lah. Es linda. Todavía no acepto eso.

Lali: Se roba la atención de todos desde que nació.

Agus: Reina, has sido fría desde que te conocí. Y te conocí mucho antes de que naciera Manuela. Y fue muy difícil para mí conquistarte, ¿vale?

Agus: Tú con esa forma tuya, tu encantadora voz, me encantaste, cariño – le tendí los brazos y él me abrazó.

Agus: Caliente - Le regañé levemente en el muslo.

Lali: Tengo hambre.

Agus: Hay pizza en el horno.

Lali: ¿Está helada?

Agus: Ejem – Se rió y arqueó las cejas.

Lali: Muy rico! - Salté de la cama y lo jalé - ¿Está tu madre ahí? - Abrí la puerta y me encontré con su madre - Hola Lori.

Lorena: Hola Lali ¿cómo estás?

Lali: Bién, ¿y tú?

Lorena: Bién, gracias. Sólo vine a avisarte que mañana por la mañana tengo que dejar a Agustín.

Agus: Mmm, está bien. Yo preparo el almuerzo – Abrió una sonrisa.

Lorena: Buenas noches – Ella se rió y se dirigió hacia su habitación.

Lali: Buenas noches Lori. - Me volví hacia Agustín - ¿De verdad vas a cocinar mañana?

Agus: Por supuesto que lo haré.

Lali: Qué bueno saberlo, estaba pensando en almorzar aquí, pero ya desistí de la idea.

Agus: Ah, perra – Me abrazó por detrás.

Lali: ¿Quién nos mira así piensa que somos novios, no? - Me reí y nos dirigimos a la cocina.

Sí, Agustín era gay. Sólo que él era un hombre/gay. Desde que lo conocí, siempre ha sido mi mejor amigo. Él era el único que conocía a una Mariana diferente a la que todos veían. Como actriz, actuar era parte de mi vida diaria, por eso daba a todos la impresión de ser una persona no estimada. Pero la verdadera Mariana, sólo quienes la conocían, era Agustín Sierra, el mejor amigo que todos quieren.

Lali: Está delicioso. - Dijo, mientras tomaba otro trozo de pizza.

Agus: ¿De dónde viene esta compulsión por comer, Mariana?

Lali: Me moría de hambre. Peter compró algunas cosas, pero al final ni siquiera comí.

Agus: Por supuesto, él probablemente tampoco comió, después de todo la comida casi fuiste tú.

Lali: Cállate - Le tiré una aceituna y él seguía mirándome - ¿Por qué me miras así?

Agus: Sabes lo que quiero saber.

Lali: ¿Lo sé? - Mordí un trozo de pizza.

Agus: Sí, ya sabes – Arqueó una ceja.

Lali: No lo sé – dije todavía con la boca llena.

Agus: No me vas a hacer el ridículo, Mariana.

Lali: Ay nene… no lo sé. Es normal, como todo el mundo.

Agus: ¿Mejor que Máximo?

Lali: Incluso tú eres mejor que Máximo.

Agus: ¿Ya me lo has dicho? - Se apoyó en la mesa y puso cara de travieso.

Lali: Todos los días - Le tiré una aceituna y me reí.

Me sentí muy yo mismo con Agustín. Con él podía ser honesta y no tenía que usar una mascarilla. No es que lo haya usado con otros. Ustedes entienden. Charlamos un rato más y luego subimos a su habitación. No me sorprendió en absoluto que Peter no me hubiera llamado. Él siempre supo que a veces me iba y no volvía el mismo día.
Cuando miré mi móvil, eran las veinte para la media noche y poco después sonó. Agus me miró, puso los ojos en blanco y me lo entregó. Máximo. Estaba tardando demasiado.

Lali: Hola amor– respondí riéndome de la cara de Agustín.

Maxi:¿Dónde estás?

Lali: Ay mi amor yo estoy bien ¿y tú cómo estás?

Maxi: No cambies de tema, Mariana.

Lali: Estoy en Agustín. ¿Dónde más estaría? ¿Y por qué toda esta grosería, ángel mío?

Maxi: Está bien, lo siento. ¿Por qué no estás en casa?

Lali: Bueno – miré a Agus – Tuve una pelea con Peter. Mis padres no están en casa, así que decidí venir aquí.

Maxi: ¿Él está cuidando a Manuela?

Lali: Debería – me reí.

Maxi: Porque él no está en tucasa. Por eso llamé a tu celular.

Lali: ¿Qué quieres decir con que no estás en casa?

Maxi: Quiero decir, creo que no está allá. Llamé y nadie respondió.

Lali: Peter debe estar durmiendo. Mañana hablaré con él – Miré a Agustín con una mirada pidiendo ayuda.

Agus: AAAH – Bostezó falsamente – ¿Nos vamos a dormir?

Lali: Eh, está bien. Cariño, ahora me voy a dormir. Mañana hablamos.

Maxi: Está bien mi amor. Te amo.

Lali: Yo también te amo – Apagué el teléfono y saqué la lengua riendo.

Agus: Eres tan falsa, Mariana.

Charlamos un rato más y luego nos fuimos a dormir. El día siguiente sería largo.

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