Capítulo 22

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PETER

Después de escuchar un ruido, miré hacia atrás y vi a Lali tirada en el suelo. Cuando miré a mi alrededor, la mayoría de los invitados comenzaron a acercarse y mi madre ya estaba llorando. Intenté despertarla, le di una bofetada, la llamé, grité, pero no se despertaba. Pronto llegó Rochi con una botella de alcohol y algodón.

Agus: Será mejor que salgas de aquí. Si se despierta y te ve así se desmayará nuevamente.

Peter: Sí... Ok - Dudé, pero me levanté y me alejé.

Poco a poco las voces se fueron apagando y pude escuchar su voz fina en medio de todas. Escuché a Agus pedirle espacio para poder salir de allí, así que decidí quitarme ese ridículo disfraz de payaso. Ya que, al fin y al cabo, la fiesta se acabaría. Nunca pensé que Lali tuviera tanto miedo a payasos así. No tanto como para desmayarse de miedo. Cuando llegara a casa hablaría con ella. Pero primero tuve que enfrentar a mi novia, preocupada por mi hermana y... en la abstinencia sexual. Cuando la dejé en casa, ella habló y habló y habló, lo que me puso nervioso y casi la eché del auto. No sabía por qué, pero necesitaba llegar a casa lo más rápido posible, cuando llegué a casa, mis padres y Manuela aún no habían llegado, pero vi que el auto de Agustín estaba allí. Pasé por su habitación pero la puerta estaba cerrada, solo escuché la voz de Agustín. Debería intentar animarla. Fui a mi habitación, me di una ducha y me cambié. Iba a bajar, pero vi que la puerta del dormitorio de Lali estaba abierta, así que decidí ir allí a ver cómo estaba. Esperaba que ella no me tuviera miedo. Incluso sin ese disfraz. Entré a su habitación sin llamar y ella se sobresaltó al verme.

Peter: Lo siento, no quise asustarte.

Lali: No – se sentó – No hay problema.

Peter: ¿Estás mejor? - Me senté en la esquina de su cama.

Lalo: No sabía lo que iba a hacer. Sólo recordar me da miedo... - escondió su rostro entre sus manos.

Peter: Cálmate, se acabó – Me senté a su lado y la abracé.

Lali: ¿De verdad era tú?

Pedro: Sí, lo era Lo siento...

Lali: ¿Prometes no volver a hacerlo? ¿Por favor? - Me miró y me perdí en su mirada - ¿Eh?

Peter: Lo prometo - dije, pero nuestros ojos no podían apartarse el uno del otro.

Agus: Er, Lali – entró a la habitación y luego nos vio. Me levanté rápidamente y lo miré - Er... me duele el estómago y entonces voy a usar el baño, ¿vale? - intentó ocultar su risa - Y tú... bueno, continúa con lo que estabas haciendo. Yo no estuve aquí… ni siquiera existo – y se fue.

Peter: ¿Tu amigo siempre es así?

Lali: Peor que eso. Mucho peor.

Agus: ¿No vas a terminar lo que casi empezaste? - Entró a la habitación y me empujó haciéndome sentar.

Lali: Agustín, ¿no ibas al baño? - ella lo miró molesta.

Agustín: Sí, lo haría. Bien recordado, y se fue diciendo algo que no pude identificar.

Peter: Creo que será mejor que me vaya.

Lali: No... Quédate, por favor.

Peter: Pero tu amigo está ahí. Será mejor que lo guardes.

Lali: Si él fuera más importante que tú no te pediría que te quedaras.

La miré asombrado. A veces me preguntaba qué le estaba pasando. En un momento estresada, al siguiente necesitada me pedía que me quedara con ella, a pesar de que su mejor amigo estaba en casa. Y encima dice que soy más importante que su mejor amigo. Bueno, técnicamente debería serlo, después de todo somos hermanos. Pero Lali era diferente. Sentía cariño por una cucaracha pero no por su familia. Ella se hizo a un lado, dándome espacio para sentarme, lo cual hice. Cuando me senté, ella me abrazó, la rodeé con mis brazos y poco después la escuché sollozar. Lali... ¿Llorando? Ja, imposible.

Peter:¿Estás llorando? - Ella no me respondió, solo apretó más el abrazo.

¿Por qué ella era así? Puse mi dedo en su barbilla y levanté su rostro hasta el mío. Sus ojos marrones estaban bañados en lágrimas. La sentí tan desprotegida, tan necesitada de... amor. No no. Olvidate del amor.

Peter: ¿Por qué lloras?

Lali: Por nada – dijo con la voz ronca de tanto llorar.

Peter: ¿Quieres que haga algo por ti? Pero por favor no llores.

Verla así me hizo sentir tan... impotente.

Lali: ¿De verdad haces algo por mí? - me miró a los ojos.

Peter: Cualquier cosa para que dejes de llorar.

Lali: ¿En serio?

Peter: Sí.

Lali: Entonces bésame – susurró y yo miré sus labios.

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