Capítulo 56

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No sabía qué pasó con ella, un día éramos geniales, pero al siguiente, ella era totalmente diferente. Estaba decidido a provocarla, pero cuando decidí empezar, ella se alejó de mí. Empezó a ignorarme, pero me habló cuando teníamos que decidir quién se quedaría con Manuela cuando mi madre se fuera. La sorprendí llorando dos veces hablando por teléfono con Agustín, diciendo que no podía soportar el dolor de "tenerlo tan cerca y saber que no podía estar con él". Tenía que ser de quien estuviera enamorada, y al menos tenía que ser del teatro, porque ese era el único lugar al que iba, o Victório, pero podía quedarse con él. Cuando yo llegaba para preguntar qué estaba pasando, ella comenzó a alejarse. Cuando llegó tarde, no me habló y caminó directamente por la habitación sin mirarme. Quería hacerla hablar sobre lo que estaba pasando, pero como dije, ella me evitó. Y la única persona que podía decirme lo que estaba pasando, sin duda, no me lo diría.

Peter: Princesa, ¿qué pasó con Lali?

Manuela: Nada, ¿por qué?

Peter: ¿Por qué no habla con el pela?

Manuela: Me dijo que está enamorada, eso es todo.

Peter: ¿Por quién?

Manuela: Por un chico de allí – se encogió de hombros.

Peter: ¿Y por qué me ignora?

Manuela: No lo sé, pela – se dio una palmada en la pierna.

Peter: Lo siento, malcriada – Me reí y salí de la habitación.

Pero si ella estaba enamorada, ¿qué tuve que ver yo con eso?

Peter: ¿Esto es manera de vestirse? - La miré y cerró el frigorífico.

Lali: Pensé que estaba sola.

Peter: En realidad acabo de llegar.

Lali: ¿Quieres jugo? - Dijo poniéndolo en un vaso.

Peter: No, gracias.

Llevaba sujetador y pantalones cortos. Era increíble las curvas perfectas que tenía. Su cabello largo y ondulado caía sobre su espalda, haciéndola lucir más hermosa.

Lali: Ok me voy a poner una remera - Dijo poniendo la jarra de jugo en el refrigerador y tomando su vaso para salir de la cocina - ¿Te quedas en casa?

Peter: no lo sé. Creo que invitaré a salir a Victorio. No lo sé. ¿Y tu? ¿Vas a salir con Máximo?

Lali: No lo creo – se mordió el labio mostrando su mano derecha.

El anillo de plata que llevaba en el dedo ya no estaba. La marca estaba ahí. Y ni siquiera el anillo de compromiso. Y ella se veía bien. Por supuesto, ¿por qué no estaría bien? Ella fue quien debería haber terminado con esto.

Peter: Entendido. - Miré hacia un lado.

Lali: Hoy rompió conmigo. Creo que descubrió lo de Victório.

Peter: Más vale tarde que nunca - me reí.

Lali: Sí. De todos modos, si sales, avísame.

Peter: Está bien.

Cuando llegó a la puerta, me sonrió y se fue. No debió darse cuenta de que mi pie le impedía pasar, así que tropezó, dejando caer el jugo al suelo y casi ella con él. Rápidamente me di vuelta y la agarré por la cintura, pero aun así ella cayó al suelo, haciéndome caer encima de ella.

Lali: Estoy toda mojada - se rió mirándome.

Peter: Eso es bueno – Me reí, olvidando con quién estaba hablando.

Nos reímos por unos minutos, luego decidí levantarme y ayudarla. Cuando nos levantamos, resbalé con el jugo y para no caerme me agarré de ella, que era más débil que yo y cayó conmigo.

Lali: Peter... - colocando su mano en mi pecho, riendo.

Peter: Lo siento – Yo también me reí, poniendo mi mano en su cara.

Lali: No puedo olvidar ese día - Dijo mirándome a los ojos.

Peter: No eres la única. Tus besos, tu calidez... No puedo sacármelo de la cabeza.

Lali: ¿Por qué eres mi hermano?

Peter: Creo que es para poder controlar mis deseos.

Lali: Cada día que pasa la mía se hace más grande.

Peter: Sabes que por mucho que queramos, no podemos.

Lali: Y sabes que ambos queremos eso.

Peter: Simplemente no podemos – Pasé mi mano por su mejilla, sonriendo de reojo – Eres mi hermana pequeña, Lali.

Sostuve su cabeza y besé su frente. Puse mi mano en su cintura y me levanté, levantándola conmigo, con cuidado de no volver a caer.

Lali: Pitt - sosteniendo mi brazo antes de ir hacia el cuarto de lavado.

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