Capítulo 54

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Victorio: ¡Guau! El que está vivo siempre aparece - se rió abrazándome.

Peter: Sí. Aparecí. - me reí.

Vico: ¿A qué debo el honor de tu visita?

Peter: Nada. Sólo vine aquí porque no tenía nada que hacer. - me senté.

Vico: Me sentí importante ahora.

Peter: Sabes que lo sos.

Vico: ¿Y cómo estás?

Peter: Bueno – suspiré – Bueno – repetí.

Vico: ¿Qué pasó?

Peter: Debes tener una grabadora, ¿verdad? Creo que hoy he escuchado esa frase cien veces.

Vico: Ok, me cambio. ¿Qué pasó en tu pasado que te dejó así, mi querido Juan Pedro Vázquéz?

Peter: Nada realmente - sonríe.

Vico: Idiota. Escucha, ¿qué pasa con tu hermana?

Peter: ¿Qué pasa?

Vico: Ella no ha estado aquí por un tiempo.

Peter: Ah si, es que Máximo la está persiguiendo, así que está evitando ir a cualquier lugar que la comprometa.

Victorio: Entendido.

Peter: Hablando de ella, recordé algo. ¿Y Cande?

Vico: Oh, no lo sé, hombre. Hace tiempo que no nos hablamos.

Peter: ¿Alguna vez has pensado en tener un compromiso serio con ella?

Vico: Para ser honesto, sí. Pero no quiero engañarla. Lali es muy seductora y sin duda, si dice: "¡Victório!", estaré a cuatro patas para ella. No quiero lastimar a Candela, de verdad.

Peter: Ya lo haces. Hoy hice que Gastón le dijera una buena verdad para ver si despertaba, pero sé que será imposible.

Vico: El día que Lali termine conmigo, definitivamente me quedaré con Cande.

Peter: No puedes tratarla como una segunda opción, Vico. Le gustas.

Vico: Y me gusta Lali. Pero Candela también me gusta. Pero cambiando de tema, ¿y tú y Rócio?

Peter: Oh, estamos bien.

Vico: Nunca he visto una pareja que se lleve tan bien como ustedes dos.

Peter: Es verdad - Me reí - Pero a veces ella no me da exactamente lo que quiero.

Vico: ¿Eso significa? - Lo miré - Ah, está bien. ¿Quieres decir que no tiene fuego?

Peter: Sí – suspiré – No tanto con… – dejé de hablar, antes de decir Lali – como…

Vico: ¿Cómo?

Peter: Como... María Del Cerro. Del campamento de despedida de la escuela secundaria.

Vico: Espera, ¿te acostaste con ella?

Pedro: Sí.

Vico: Pero ya estabas con Rochi ¿no?

Peter: Yo estaba... - me mordí el labio.

Vico: Travieso – me tiró una almohada – ¿Y ni siquiera me dijiste? Después de tantos años. ¿Y todavía la recuerdas?

Peter: Ella hizo cosas maravillosas amigo, no tienes idea.

Vico: Lo siento amigo. Pero nadie, absolutamente nadie es mejor que tu hermana. Y es una pena que nunca puedas probarlo.

Peter: Hmm... Es lo que tu crees- dije en voz baja.

Vico: ¿Qué dijiste?

Peter: Nada.

Vico: ¿Quieres una cerveza?

Peter: Acepto – Sonreí y él se levantó dirigiéndose hacia la cocina. Miré hacia un lado cuando escuché sonar el teléfono.

Vico: ¿Puedes contestarme, por favor?

Peter: Está bien - Levanté el teléfono - ¿Hola?

Lali: Hola, por favor, ¿está Vicotório?

Peter: Vaya, cualquiera que lo vea piensa que eres educada, hermanita.

Lali: ¿Peter? ¿ERES TU?

Peter: eso creo, ¿por qué?

Lali: TE AMO. Espera un momento, ahora voy a casa de Vico.

Peter: Pero po... - antes de que pudiera terminar la frase, ella ya había colgado.

Vico: ¿quién era?

Peter: Mi hermana. Dijo que viene aquí.

Vico: ¿Y te vas a quedar aquí?

Peter: Lo haré – sonreí tomando la cerveza.

Vico: No creo que quieras ver la escena. ¿O ir?

Peter: ¿qué te pasa?

Vico: Ok, cuando ella llegue decidiremos.

Diez minutos después Lali ya tocaba el timbre del apartamento. Incluso yo necesitaba que me anunciaran, ¿por qué Lali no? Cuando la vi, tenía a Manuela en su regazo, y ella entró, colocándola en el suelo y dándome un beso en la mejilla y un beso a Victório, sin importarle nuestra presencia.

Vico: ¿Cuál es el plan para hoy, mi amor? - La miré.

Lali: Maxi me sigue desde... - miró su reloj - desde las cinco y media. Y necesito terminar lo que comencé ayer y no podía venir aquí sola. Y luego me enteré que estabas aquí, así que hermano, ¿por qué no bajas un rato con Manu?

Peter: ¿Cómo? - Pregunté sin entender lo que decía.

Lali: NO TE VAYAS. Quédate en ese lugarcito donde hay un columpio, no lo sé, por favor. Cinco minutos.

Vico: No cinco. Todavía no soy un mutante.

Lali: Está bien, por favor... media hora. Es sólo media hora. Cuando son las ocho vienes aquí.

Peter: no debería hacer eso. Debería ir tras él y contarle todo, pero soy un buen amigo, así que te esperaré allí. ¿Pero por qué no puedo irme?

Lali: ¿Por qué no puedo estar a solas con Vicotório? Joder.

Peter: Pero si me voy, te quedarás.

Lali: Peter, deja de ser mongo y baja con ella, ¿vale?

Peter: ¿qué vas a hacer? - Pregunté inocentemente.

Lali: Sexo – dijo, enojada – Sexo. S-E-X-O. ¿Entendiste?

Manuela: ¿Qué es el sexo? - Me miró preguntando.

Peter: Nada - Tomé a Manuela en mis brazos - Te quiero abajo a las ocho.

Lali: Gracias. - Me mandó un beso y salí del departamento.

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