Capítulo 6

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Peter: Hace mejor de lo que tú deberías – levanté la ceja.

Lali: Te juro que si no fuera tu hermana estaría haciendo contigo cosas que dos hermanos no hacen.

Peter: no digas eso. Incluso se me erizó a la piel. - le mostré mi brazo.

Lali: ¿No me lo cuentas?

Peter: que?

Lali: ¿Rochi no te hace bien?

Peter: Realmente eres una perra.

Lali: No viste nada, grandote. Si no lo fuera, no tendría dos hombres.

Peter: Mariana, ¿quién eres, hermana mía? - Empecé a hacerle cosquillas.

Lali: No, Peteeer... Detente. Para... Por favor... - Ella se rió y trató de hacerme parar.

Ella terminó acostada y me subí encima de ella para hacerle más cosquillas. Intentó agarrarme del brazo, pero no pudo. Hasta que me di cuenta de que estaba literalmente acostado encima de ella. Sentí que mi intimidad estaba un poco erecta y ella me miraba a los ojos. Ella es tu hermana, Peter. Eso no. No pienses en ello. Podía sentir su respiración pesada en mi cara. Estaba siendo automático. Era como un imán. Sentí como si mi boca estuviera llamando a la de ella y la de ella a la mía. Cerró los ojos y mi boca rozó la suya. Puse mis labios sobre los de ella, pero no metí mi lengua dentro de su boca. Razón, Juan Pedro.

Peter: No, me bajé de ella y me senté.

Lali: En realidad no.

Peter: somos hermanos.

Lali: Lamentablemente lo somos. Pero por lo que pude sentir… - Me tendió la mano para que la estrechara - Felicitaciones.

Peter: ¿Por qué?

Lali: Con eso entre las piernas puedes conquistar a cualquiera.

Peter: Ah... - Me reí, avergonzado.

Lali: ¿Sabes eso en lo que creo?

Peter ¿Qué?

Lali: ¿De que el Universo conspira?

Peter: Sí. ¿Pero qué tiene?

Lali: Bueno, nuestros padres no están en casa, Manuela está durmiendo - Se mordió el labio y me miró - ¿Es pecado?

Peter: Si lo es, no está escrito en la Biblia.

Lali: Vete a la mierda.

Se subió encima de mí y empezó a besarme. Sí, fue un pecado. Porque, primero, ambos estábamos saliendo. En segundo lugar, éramos hermanos. En tercer lugar, nuestra hermana menor podía ver. Cuarto, joder lo sexy que estaba. Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello, puso sus manos en mi cabello y siguió jugando con él. Puse mis manos sobre sus muslos y apreté ligeramente. Beso. Sí, eso sería solo un beso. Y no irían más allá de eso. Maldito instinto. Puse mis manos en su trasero y comencé a forzarlo.

Lali: No lo haré... mmm. - Ella gimió en voz baja, y la obligué un poco más - Olvídalo...

Instinto, todo era instinto. Puse mi cara en su cuello y le di un chupetón que dejaría una marca que haría que Máximo se preguntara de dónde venía. Ella comenzó a rebotar levemente, volviéndome loco. Eché la cabeza hacia atrás y simplemente lo disfruté. Mi labio se ponía morado de morderla con tanta fuerza. Noté que cuando detuvo sus movimientos, se levantó. La miré, preguntándome qué iba a hacer. Ella se estaba quitando los pantalones. Ay Dios mío. Ese cuerpo. Esa cintura. Oh mierda, no podía soportarlo. Esas bragas. ¡Ayuda! Ella se acercó a mí, me desabrochó los pantalones y me bajó la cremallera. Lo único que separaba nuestros cuerpos era nuestra ropa interior. Se subió encima de mí y empezó a rodar de nuevo. Mi amiguito abajo ya estaba muy emocionado si saben a lo que me refiero

Peter: Lali, no podemos. - Reuní toda la fuerza que aún quedaba en mi cuerpo.

Lali: Sí puedes.

Peter: Somos hermanos.

Lali: Quiero que te vayas a la mierda. - Me susurró al oído.

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