Peter: Me olvidé de recoger mi c... Mamá, ¿qué pasó? - la miró.Gime: ¿Qué pasó? - lo miró, con los ojos bañados en lágrimas - Tengo que preguntar qué pasó, Juan Pedro. ¿Qué hicimos para que usaras esto?
Peter: ¿eso qué? - Él rió.
Gime: Deja de ser cínico, Peter. Ya lo descubrí.
Peter: ¿Descubrir qué? - Me miró - ¿De qué está hablando?
Lali: No lo sé. -Lo estaba mirando fijamente.
Gime: NO JUGUES COMO UN IDIOTA - gritó - DROGAS, PETER, ¿QUÉ TIENES EN LA CABEZA?
Peter: Dios mío, ¿de qué estás hablando?
Gime: DEJA DE MENTIRME, PETER. TE DROGAS - gritó y yo comencé a llorar.
Peter: ¿Qué es esto? - recogió el paquete sobre la cama - Eso no es mío. Nunca me metí con las drogas.
Gime: PARA, PARA, BASTA DE MENTIRAS, PETER. SAL DE AQUÍ, SAL DE MI CASA - comenzó a golpearlo y empujarlo.
Lali: BASTA, BASTA, BASTA - Grité sintiendo las lágrimas caer y me acerqué a ellos - ES TODO MÍO - Tomé el paquete que estaba en manos de Peter y que estaba sobre la cama - Es todo mío - Abrí el cajón y tomé el último paquete.
Después de lo que dije, no hubo tiempo para nada más. Oímos el sonido de algo rompiéndose y luego a Manuela llorando. Recordé que la había dejado sola y con un cuchillo encima. Mi madre salió corriendo y yo también, tirando los paquetes al suelo y Peter pronto la siguió. Llegamos a la cocina y el suelo estaba cubierto de sangre y le sangraba la muñeca. Al lado, el plato en el que había colocado las tortitas estaba hecho pedazos. Me tapé la cara con las manos y comencé a llorar más. Peter fue al baño y tomó una toalla, y cuando fue a enrollarla en la muñeca de Manuela, mi madre la jaló tomándola en su regazo y la toalla en la mano de Peter.
Gime: No toques a mi hija, su drogado.
Lali: Lo siento – Le dije a mi madre – No debí dejarla sola.
Gime: Ya está, Mariana– dijo alto y grueso saliendo de la cocina.
Me apoyé contra la pared y lloré más. Todo fue un caos. Las drogas, Manuela... nada serviría ese día. Peter fue tras mi madre, pero ella le dijo que volviera a casa y no quería que la tocara. Fui a mí habitación y me encontré cara a cara con él.
Lali: Perdóname. Por favor.
Peter: ¿Qué hiciste, Mariana? - Preguntó acercándose a mí.
Lali: Te odié. Por todo lo que me dijiste, me hiciste. Dejé que mi odio me cegara.
Peter: Nada de lo que he hecho es peor que lo que acabas de hacer tú.
Lali: Perdóname. - Sentí que no tenía control sobre mi cuerpo, ni sobre mis lágrimas.
Peter: Mariana – me tomó de los brazos - Acabas de acabar con mi vida.
Lali: Lo siento. Sé que todo lo que hice estuvo mal, pero por el amor de Dios, perdóname.
Peter: ¿Por qué debería perdonarte?
Lali: Por favor – Sentí que me flaqueaban las piernas y apenas me salía la voz.
Peter: Deja de actuar, Mariana. No lo lograrás.
Lali: Yo... - Sentí que mi visión se nublaba y mi cabeza sentía como si tuviera algún tipo de presión, y lo último que vi fueron sus ojos.
Olí un olor fuerte y abrí los ojos. La luz que invadió la casa me hizo volver a cerrarlos.
Peter: ¿está todo bien?
Lali: Sí... Pitt, déjame hablar.
Peter: No te vas a desmayar otra vez, ¿verdad?
Lali: Sólo déjame hablar – Me senté en el sofá.
Peter: Habla. - Dijo levantandose y alejandose de mí.
Lali: Todo empezó en el cumpleaños de Manuela – Miré al suelo sin valor para enfrentarlo – Me humillaste, Peter. Está bien que estuve con Agustín, pero en todos los sentidos fue humillante.
Peter: ¿por eso? ¿Solo por eso?
Lali: No fue contigo, Peter.
Peter: Sigue. - Ignoró lo que había dicho.
Lali: Sentí odio. Quería que murieras. Entonces tuve la idea de vengarme y la empecé después de las vacaciones. Nada explica el odio que sentí hacia ti cuando te vi allí – respiré hondo – Cuando regresamos comencé todo. Mi intención era hacerte sufrir. Y luego puse a nuestros padres en tu contra, haciéndome parecer la víctima todo el tiempo. Y luego pasé a la segunda parte, que era alejar a Manuela de ti.
Peter: Lo lograste. Y mírame cuando hablas.
Lali: Al principio – levanté la cabeza mirándolo – No quería encariñarme, ni me gustaba. Pero ella es encantadora. Le pedí que te ignorara, rompí ese hechizo de superhéroe que tenía sobre ti. La desilusioné y ella se encariñó conmigo y yo me encariñé con ella. Empecé a apegarme a todo y a todos, incluso a ti. Pero mi odio me cegó. Y finalmente tuve la idea de las drogas.
Peter: Te creo. Dijiste mirándome a los ojos. Y no eres lo suficientemente actriz como para mentir mirándome a los ojos. Pero Lali, fue muy grave lo que hiciste.
Lali: Lo sé - Me levanté -, lo sé - Me acerqué a él - Y me arrepiento - Le tomé la mano - Porque lo siento, te ruego que me perdones.
Peter: ¿Qué beneficio te traería eso?
Lali: Necesitaba venganza. Perdóname, por favor – Sentí que el nudo en mi garganta regresaba.
Peter: Aún no puedo tomar ninguna decisión, Lali, no sé qué pasará.
Lali: Por favor necesito que me perdones – él guardó silencio y yo necesitaba que me perdonara. Sentí las lágrimas caer y me arrodillé frente a él - Por favor.
Peter: Lali, levántate – me tomó de los brazos tratando de hacerme levantar – Lali, basta.
Lali: Dime que me perdonas.
Peter: Te disculpo, Lali, pero levántate.
Lali: Por favor – repetí, sin sentirme firme en la voz.
Peter: Te perdono, Lali – tirandome fuerte y haciéndome parar.
Cuando me levanté, lo abracé con fuerza, llorando con la cabeza hundida en su cuello. Sentí su mano en mi cabello y lloré más intensamente. Me arrepentí de todo en ese momento. Principalmente porque un día lo desprecié. Levanté la cara y me encontré cara a cara con él. Nuestros ojos estaban enfocados el uno en el otro. Sentí que mi corazón se aceleraba, pero al mismo tiempo mi conciencia me decía que no podía.
ESTÁS LEYENDO
Mi ADN
Fanfic(...) Y lo único que nos separaba era el maldito ADN. Por mucho que lo quisiéramos, nuestro ADN era más fuerte que nosotros (...). Peter (...) Habíamos nacido en la familia equivocada. Pero estaba absolutamente convencido de que estábamos hechos el...