Capítulo 38

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Cuando llegamos, hicimos nuestro pedido y esperamos, mientras ella seguía hablando de Vico. Y ni siquiera pude prestar atención.

Cande: Pitt, ¿qué pasó?

Peter: Nada, ¿por qué?

Cande: A la hora del almuerzo me llamó Gastón y me comentó que parecías un poco nervioso y conociéndote como te conozco, sé que estás nervioso.

Peter: Realmente lo estoy..

Cande: Estás triste – me interrumpió y tomó mi mano – Te conozco. ¿Qué sucedió?

Peter: Nada Candelita, estoy bien de verdad.

Cande: ¿Fue eso de ayer? ¿Que Manu no te saludó?

Peter: no, no hay nada...

Cande: Peter, basta – volvió a interrumpir – Te conozco más de lo que sabes. Dime lo que pasó.

Peter: Sabes, ignoré el hecho de que ella no quería hablar conmigo y quería hablar con Lali. Está bien, me enojé. Pero no me dolió tanto. Pero, después de regresar del hospital, fui a la habitación de Lali para hablar con ella.

Cande: ¿Y?

Peter: Can, ella jugó un papel ridículo. Ella me dijo que no la tocara y...

Cande: ¿Te detuviste? - Asenti.

Peter: La tomé del brazo, pero nunca pensé que ella haría algo. Lo dudé y ella empezó a gritar. Diciendo que la estaba lastimando y ni siquiera sabía que la estaba apretando tanto. Y cuando le solté el brazo, se arrojó en la cama y entonces entró mi madre en la habitación.

Cande: Creo que estoy empezando a entender. Pero, sigue..

Peter: Y entonces ella empezó a hacer una escena. Ella comenzó a llorar, llamándome loco y diciendo que la había lastimado. Pero ni siquiera lo había apretado tan fuerte. Y entonces mi padre entró en la habitación, le dije que me iba a pagar y ella tuvo el descaro de decir que la estaba amenazando delante de nuestros padres. Salí de la habitación y fui al cuarto de Manuela para ver cómo estaba, y cuando fui a hablar con ella -sentí un nudo enorme en la garganta- le dije que el "pela" no le había hecho nada a Lah, y ella dijo que mi nombre no era pela, era Peter.

Cande:Peter...- me miró con una mirada de lástima y se mordió el labio, sabía que no tenía nada que decir.

Peter: no se que esta pasando. No le hice nada a Lali y ella insiste en lastimarme - Traté de tragarme las lágrimas.

Cande: Ay, mi hombre sensible – se levantó y vino hacia mí abrazándome – No llores.

Peter: Cande, yo defendí a Manuela contra todo y todos. Y es como si ella hubiera ido con el enemigo.

Cande: Ella no está con el enemigo, recuerda que ella también es tu hermana y la de ella también. Simplemente pienso, sinceramente, que le estás haciendo el juego a Lali y no puedes.

Peter: Sí, he pensado en eso.

Cande: Entonces vas a revertir esta situación, ¿vale? - Sonrió y secó mis lágrimas.

Peter: Gracias Candelita.

Cande: Oye, eres mi Angelito, ¿recuerdas? - Sonreímos.

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